Chapter 5

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Omnisciente.

Tori al sentir el contacto de los labios de Jade sobre los suyos se estremeció de una manera inexplicable, sus manos tomaron la pequeña cintura de la pelinegra más baja, luego con brusquedad la pegó rápidamente contra una pared de el armario, se escuchó un quejido por parte de Jade, lo cual hizo sonreír a la medio latina en medio del beso.

El timbre del seguimiento de clases se hizo notar, Jade gimió en frustración, y Tori solo peinó su cabello hacia atrás con molestia, ya completamente separadas, Jade quitó el seguro y salieron de el armario, la pelinegra estaba acomodando su ropa y su cabello, mientras que Tori estaba normal, solo relamía sus labios.

Todos miraban las mejillas de Jade, que tomaron un color carmesí debido a lo que había pasado en el querido clóset del conserje, aparte de que estaba muy tímida, algo que no se ve todos los días.

Jade se despidió con un ademán de mano, mientras se alejaba, Tori le sonrió y se dirigió a sus clases, que por suerte no le tocaba con Jade, y tendría más tiempo para procesar lo que pasó en el armario del conserje. En las próximas... 3 clases, Tori ni siquiera le puso atención a la clase, solo se dispuso a copiar lo de la pizarra, pero ni siquiera le ponía importancia a lo que escribía.

Jade por su lado estaba absorta en sus pensamientos, en todo lo que estaba pasando en su vida. Sofía, Vega, Beck, y que su obsesión por él iba disminuyendo a medida del tiempo.

Concentrada en sus tijeras favoritas, no se percató de que el profesor la miraba fijamente, esperando a que al menos le diera una mirada.

Jade, por el silencio que emanaba el salón, al levantar su vista, notó la mirada de todos sobre ella, por segunda vez en el día.

- ¿Me perdí de algo?- Preguntó la pelinegra despreocupada, volviéndole a regalar atención a sus tijeras originales de "Tijereteando" que le regaló Cat.

- Oh no, para nada señorita Jade, sólo que se perdió media clase, y que debe entregarme sus tijeras, voy a devolvérselas a la finalización de la clase.- Dijo el profesor acercándose a Jade mientras extendía su mano.

Jade bufó, con resignación y de mala gana puso las tijeras en la palma de la mano del profesor.

- Que sea la última vez Jadelyn.- Dijo el profesor apuntando con las tijeras a la menor.

- No le sale.- Dijo la pelinegra con una ceja alzada y una forzada sonrisa de burla.

El profesor suspiro, entendiendo el mensaje de que Jade hará caso omiso en cualquiera de sus siguientes clases.

Por lo tanto la clase siguió, Jade tenía la mirada pegada en la pizarra, aunque ni siquiera escuchaba el alboroto de su alrededor.

La finalización de las clases llegó, le devolvieron sus tijeras, y quedó la última reunión en el café asfalto con su grupo de conocidos, porque, por más de que se hable con ellos, no serían sus amigos, o al menos eso pensaba ella.

Se encontraban todos reunidos en su respectiva mesa del café.

- Cómprame un café.- Le dijo la pelinegra a la media latina.

- ¿Discúlpame, Jade?- Dijo la de tez morena intentando procesar lo que dijo la más baja.

- Que me compres un café, no hay demasiado que entender.- Dijo al fin dirigiéndole la mirada a la mayor.

You are my little girl, Jade.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora