Chapter 7

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Sólo desvíe mí vista, luego de haberle quitado la toalla con mí mirada. Lo único que quiero en este momento es quitarle esa toalla que estorba en mí vista, y sentirla, hacerla mía de una manera que nunca olvidará, pero se me hizo muy tierna cuando se sonrojó, sus mejillas rosadas hicieron que esboce una sonrisa cálida.

Y luego volteé.

- Vístete, Jade.- Dije suave.

- ¿Vestirme? Nunca planeé eso Tori.- Dijo bajito ya a mí lado.

- Sólo cambiate, no quiero tocarte.

Volteé para mirarla a los ojos, ella dejó caer la toalla que envolvía su bello torso, dejándolo a la vista.

Su suave piel al contraste de su ropa interior de encaje, sus firmes senos, su trasero forrado por esas braguitas de encaje oscuro, quisiera saber cómo se siente el suave tacto con su piel pálida y sus pliegues mojados, pero eso solo será algo de mí imaginación.

Omnisciente.

Eso es lo que creía Tori.

Tori.

Ella se acercó más a mí, yo retrocedí unos pasos hasta chocar con la pared. Ella siguió acercándose hasta dar conmigo, tomó mis manos, y luego las colocó en su cintura, seguido de eso tomó mí cuello.

- Vamos.. Sé cuánto quieres tocarme, házlo.- Dijo ella dirigiendo su mirada hacia mis ojos, levantando así su cabecita, le dio un toque tierno.

- Espero y no te arrepientas de lo que estás causando.- Dije y tomé a la gótica ahora semidesnuda por los muslos, ella rápidamente entendió la indirecta y dio un pequeño brinquito, e hice la fuerza suficiente para que ella envuelva sus piernas en mí cintura, abrazando mí cuello.

- Ya tócame.- Dijo entre pequeños pucheros.

- Ruégalo con un "por favor" y veremos.- Dije comenzando a besar su cuello ferozmente. Soltó varios gemiditos, jadeos y comenzó a hablar.

- Jódeme p-por favor, Tori.- Dijo entre jadeos.

La golpeé contra la pared, pegándola a ésta, sólo soltó un gemido por la gélida textura pegada a su espalda y trasero.

Luego la solté en la cama, seguido de esto mis besos descendieron a sus pechos, ella se levantó levemente apoyándose en sus brazos, yo desabroché su sostén, y casi al quitarlo completamente recordé la fiesta.

- Hum linda... Debemos ir a la fiesta.- Dije mientras me sentaba en la cama, ella comenzó a abrocharse el sostén otra vez.

- Estúpida fiesta.- Murmuró y casi no lo entendí, luego bufó y comenzó a buscar la ropa para finalmente vestirse.

Dejó unas medias negras, falda negra y un suéter negro también, puso sus botas negras en el piso y me miró, solamente alcé mí ceja.

- ¿Debo cambiarte yo para que lo hagas más rápido?- Dije cruzándome de brazos mientras intentaba ocultar una sonrisa.

- Eso espero.- Dijo cruzándose de brazos también.

Solamente me levanté, ella siguió mí mirada mientras me paraba, amo que deba alzar su cabecita para poder verme bien.

Tomé la falda y bajé lo suficiente para poder arrodillarme, quedé con mí cara delante de su intimidad, tragué saliva y ella puso su mano en mí cabeza como para sostenerse, luego metió un pie en la falda y después el otro. Fui subiendola con calma, disfrutando del tacto con la piel de sus suaves y pálidas piernas, al llegar a sus caderas suspiré, ésta chica no puede ser tan caliente. Terminé de subirla y uni mis labios con los de ella en un suave y tierno beso. Mordisqueé sus labios suavemente, acaricie sus labios con mí lengua y me separé, tomé el suéter y se lo coloqué primero por la cabeza, pasé sus bracitos por las mangas y estaba completamente vestida, faltaban sus botas.

Se sentó en la cama, yo seguía en el piso. Tomé una bota no sin antes tomar unos calcetines de un cajón.

- Espera, ¿Y eso..?- Señaló las medias.

- Me gustan tus piernas, déjalas así.- le puse los calcetines y noté como se había cruzado de brazos mientras traía un puchero.

Reí, se veía súper tierna. Luego le puse la primera bota, seguida de la otra, luego hice un camino de besos por su pierna, hasta sus muslos, dónde deje un suave beso. Luego dirigí mis labios a los suyos, dejando un tierno beso en aquellos.

- Oh vamos, se te ven geniales tus piernas así.- Dije abrazando su cintura apenas se levantó de la cama.

- Vamos a la fiesta, Tor.- Dijo regresandome el beso que antes le había dado.

Peinó su cabello y se maquilló un poco, luego al llegar a mí casa, su cabello se había secado dejando ver las hondas de este.

La casa ya estaba repleta de gente por todos lados, habían comprado unas pizzas y estaban sacándolas del horno mientras la fiesta estaba descontrolandose.

Perdí a Jade, no sé en dónde carajos se habrá metido, me dirigí al baño, no estaba, al cuarto de mí padres, tampoco, el sótano, menos, la habitación de Trina, tampoco. Quedaba mí habitación.

Apenas al entrar estaba todo oscuro, sentí unas manitas frías tomando las mías.

You are my little girl, Jade.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora