Chapter 16

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H.A, 6:10a.m  luego de dejar a los West.

Estábamos en el casillero de Jade, Regina y Beck hicieron su aparición detrás de nosotras mientras hablábamos.

- Jade me preguntaba si podías prestarme unos apuntes de biología, descubrí eres bastante aplicada en la materia.- Ajá y yo descubrí que Regina se le está insinuando a la pelinegra. Veo que Jade también se dió cuenta.

Regina plantó un suave beso en la mejilla de Jade como saludo y tomó su cintura en el trayecto, ¿Qué?

- H-huh... No vuelvas a hacer eso y si puedo prestartelos, sólo que me vas a deber algo y exactamente no sé si estés segura de querer eso, ¿Lo estás?- Preguntó Jade alejando la mano de Regina de la suya, apreté mí mandíbula.

- Claro, lo que quieras.- Dijo coquetamente, besó a Jade de forma corta en los labios, ¿QUÉ?

- ¡Oye! ¿Qué haces Regina?- Pregunté mientras la empujé por el hombro.

- ¡Regina, qué tengamos una relación abierta no significa que puedas meterte con mí ex!- Beck le gritó a la rubia.

- ¡Ay! Pero que delicados, fue solo un beso, además, no es que le haya molestado al bomboncito ardiente.- Regina sonrió de forma arrogante. Admiré como Jade se veía rígida.

- Uno.- Jade comenzó el conteo.

- Es mejor que corras del gatito enojado.- Le dije y levanté una ceja.

Regina caminó elegantemente, pero dejó el pasillo.

- Disculpa en serio, Jade.- Beck se disculpó.

- No es problema pero ten vigilada a tu rubia, no es que esté interesada.- Se notaba la molestia en la voz de la pelinegra, se retiró y yo la seguí.

La ojizarca se encontraba algo lejos, no tanto, pero podía admirar el vaivén de sus caderas y su firme trasero en aquel jean negro ajustado. Mordí mí labio.

Llegamos a su clase, pensaba despedirme con un suave beso, si, exacto, la seguí solo para darle un beso de despedida, me acerqué a ella y tomé su cuello para luego mover mí mano hacia su cabello para poder tomarlo y besarla suavemente, eso fue exactamente lo que hice pero recibí otra respuesta.

En cambio, Jade lo convirtió en un beso desesperado. Yo respondí tomando el control de sus labios y su cuerpo estaba a mí disposición, ella siempre estaría a mí merced. Mí lengua exploraba toda su cavidad bucal y saboreaba sus labios con sentimiento, aproveché de que habian casilleros a mí lado y la empujé fuertemente y sin piedad recibiendo un quejido que fue silenciado por mí lengua.

- Señorita West, cuando acabe de atragantarse por favor ingrese a mí clase.- El profesor de matemáticas le habló a la pelinegra sumisa que ahora se veía ruborizada y tímida. Sonreí arrogante.

- Nos vemos luego, cariño.- Planté un suave beso en sus labios sin dejar que responda y me retiré a la clase de biología que me tocaba con Regina.

...

"¿Así que ahora te comes a mí pelinegra?" Podía leerse en la notita que Regina me lanzó a la cara.

"MÍ pelinegra nunca fue de tu propiedad." Escribí en la parte trasera de la notita y se la arrojé. Logró atraparla. Cuando la leyó, la tiró al suelo y la pisoteó regalándome una sonrisa soberbia.

Terminé ignorandola, al terminar la clase encontré a Jade en su respectiva taquilla intercambiando libros y cuadernos de actividades.

- Será mejor que guardes aquello, me debes algo y lo arreglaremos en tu auto.- Admiré su tierno ceño fruncido.- Ahora.- Hablé más autoritaria.

- Está bien.- Habló suave.

Guardó sus cosas y se aferró más a su bolso que sostenía por su hombro. Se veía más asustadiza que de costumbre. Nos encaminamos hacia el estacionamiento hasta encontrar su BMW negro.

- ¿Vamos...?- Comenzó la pelinegra.

- No digas nada.- Interrumpí mientras tomaba las llaves de Jade que llevaba en su bolsillo. Abrí el auto en la parte trasera y me senté en el.- Entra ahora.- Ordené.

- Pero...- Jade se sonrojó.

- Sin protestas, West.

Jade no dijo nada más y entró en el auto, apenas llego a entrar cerré la puerta con impaciencia, luego tomé las caderas de la pelinegra y la senté a horcajadas sobre mí regazo. Voy a aprovechar al máximo que los vidrios sean polarizados.

- Me encantan tus sonidos, sí, pero ahora, llegas a protestar, hablar, jadear, gruñir, o gemir, te ganas una nalgada, ¿Entendido?- Jade asintió obedeciendo.

Quité su chaqueta de cuero negra, admirando la camisa blanca que llevaba debajo, ésta camisa se apegaba a las curvas de mí menor y acaricié aquellos relieves de su cuerpo.

- Quítate tu blusa, hazlo lentamente.- Dije y Jade suspiró nerviosa, me encanta tener éste poder sobre ella.

Jade movió sus manos delicadas y  temblorosas hasta el dobladillo de la camisa blanca y se sujeto de ésta, trago grueso y luego comenzó a levantarla con gran paciencia. Pude admirar su piel lechosa y suave con un par de marcas de mí parte. Luego arrojó aquella blusa en alguna parte del auto, comencé a besar su abdomen y pude notar como cerró sus ojos.

- Ojos abiertos.- Le recordé con mí voz aterciopelada.

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Maratón 4/4.


You are my little girl, Jade.Where stories live. Discover now