You are my little girl, Jade.

Chapter 10

Luego de haber consolado a Jade, se cambió con mí ropa, en este momento llevaba un short que a mí opinión, era demasiado pequeño y le quedaba de maravilla, su trasero... En fin. También llevaba una blusa mía azul marino de tirantes.

Se veía hermosa, la idea de que use mí ropa luego de haber hecho aquello me excitaba. Pero no debo hablar de aquello. La blusa dejaba ver cómo sus pechos se apegaban a la blusa, y su trasero en aquel short... Diosmioperdonametodosmispecados.

Pasé todo mí día con Jade y el domingo la llevé a su casa.

Hoy es lunes, y desde hoy, voy a dedicarme a enamorar a Jade West, y a quitarle todos esos miedos. Obviamente no le diré tal plan que acabo de idear.

Acabo de despertar y me dirijo al baño personal que tiene mí habitación. Me di una ducha de agua fría, al rededor de 15 minutos y luego salí para poder cambiarme de una forma más cómoda de lo que podría hacerlo en el baño. Me puse una camiseta blanca, sobre ella una chaqueta negra y unos pantalones de jean ajustados negros y terminé mí vestimenta con unas converse negras.

Salí de mí casa, hoy quería ir caminando a H.A, así que me puse a caminar. Faltaban un par de cuadras para llegar a mí colegio y veo una silueta a un par de metros de mí, vestía ropa negra, así que no dude en saber quién es. Me acerqué a tal persona y tomé su hombro, se giró y sus ojos azules se veían geniales.

Luego de ésto, me dedicó una leve sonrisa, y volvió a su semblante serio.

- Buenos días.- Pasé mi brazo por sus hombros.

- ¿Qué tienen de buenos?- Preguntó de mala manera y yo sólo solté una risita tonta.

Llegamos y ella se sentó en una de las mesas ya que faltaba para que comenzaran las clases, yo me encaminé para comprarle un café a Jade y luego regresé con el café grande negro, y los dos sobres de azúcar. Ella lo aceptó con una sonrisa, se veía preciosa.

Faltaban veinte minutos para que comiencen las clases y Jade solamente en 5 se tomó aquel café grande.

Aprovechamos para dar una sesión de besos en el clóset del conserje hasta que pasen los 15 minutos.

- E-espera.. Tori.- Dijo en un leve jadeo, lo que me hizo sonreír.

- ¿Mmh?- Pregunté sin dejar de amasar sus pechos y besar su cuello.

- Dios...- Jadeó nuevamente.

- ¿Qué debías decir?- Pregunté mientras me acercaba a su rostro dejando un fugaz beso en sus labios, para amasar sus pechos con más ganas.

- Yo... Yo... Ay..- Abrazo mí cuello suavemente, mientras yo dejaba besos en su clavícula.

La posición en la que estábamos me encantaba, ella sobre una mesa, y yo en medio de sus piernas dando leves roces en su intimidad mientras tocaba sus pechos y besaba parte de su cuello y clavículas.

Quité su blusa y luego desabroché su sostén, quitándoselo, luego la mire a los ojos para poder ver alguna negación por parte de ella, pero solo podía ver lujuria y necesidad en éstos.

Yo rápidamente dirigí uno de sus pechos a mí boca, mordisqueé su pezón, y noté como ella se estremecía. Escuchamos el timbre y sonreí para entregarle un beso.

Luego se colocó el sostén y su blusa, y salimos de aquel armario, los pasillos comenzaban a llenarse, aunque no era demasiada gente en aquellos lados.

Me acerqué a su oído.

- Me gustaría poder haberte hecho mía otra vez en el armario.- Mordí el lóbulo de su oreja y se sonrojó sobremanera.

Luego se alejó rápidamente,  el rubor ahora quemaba sus mejillas y se perdió entre la poca gente que caminaban por los pasillos.

...

La finalización de clases estaba cerca y la escuela por lo tanto, agradezco que  todavía no cierre. Jade y yo nos encontramos en el salón de matemáticas. Nuevamente ella estaba ahora sobre el escritorio del profesor, mientras que yo la besaba con una notoria desesperación. Sus labios saben a un fuerte café, su respiración entrecortada me está matando, sus dedos enredados en mí cabello están sujetandolo, mientras mí lengua se está fundiendo con la suya. Varios jadeos abandonan su garganta entre el beso y se pierden en la mía. Ahora mismo ella acomodo sus piernas en mí cintura, y siento su cálida y húmeda feminidad chocar con mí pelvis.

- Jade... Eres tan sexy.