Chapter 8

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Hola queridísimo inútil, éste capítulo contiene smut (+18), yo te avisé.

⌯ ᵎ b.ye ! ! ꗃ   .

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Al sentir unas manitas frías abrazar mí cintura, me di cuenta de quién era su propietaria, pude notar por la escasa luz de la luna que se escabullía por la ventana, qué esas manos eran prácticamente pálidas y con las uñas pintadas de negro.

Tomé las muñecas de ésta niña mientras me giraba, y las coloqué en mí cuello, para luego dejar un cálido y tierno beso en sus labios carnosos.

Tomé su cintura por debajo del suéter que le había puesto anteriormente, hace rato antes de la fiesta. Ella soltó un suspiro en el beso suave que le estaba brindando, mientras acariciaba mí cabello con serenidad.

- ¿Dónde estabas? Te había perdido.- Pregunté mientras acariciaba su cintura suavemente luego de haberme separado de esos exquisitos labios.

- Sabía que vendrías a buscarme, entonces me escondí un poco para jugar, Vega.- Tomó el cuello de mi blusa mientras me empujaba hacia ella, uniendo nuestros labios nuevamente en un beso desesperado.

Me dejé llevar, sentía la necesidad en sus jadeos, los míos no se hacían notar, por suerte. La cargué mientras le ponía seguro a la puerta, y me dirigí a mí cama con ella en brazos.

- ¿Que piensa hacerme la menor excelente de las Vega?- Intentó provocarme, que fue un claro intento fallido.

- Hacerte gemir mí nombre y hacerte rogar por tus orgasmos.- La solté en la cama , haciéndola brincar en el mismo colchón y soltó un jadeo ante ello.

Luego de ésto, me senté yo al lado de ella, y la senté a horcajadas en mí regazo. Comencé a besarla de una forma salvaje, chupando sus labios y su lengua en el acto, soltó un pequeño gemido al yo morder su labio inferior con hambre, sintiendo la poca sangre que había extraído de ese mismo lugar. Ella al separarse por falta de oxígeno, jadeaba en busca de éste antes mencionado, de una forma tan suave que terminó por excitarme.

- Los brazos, arriba.- Dije de una forma autoritaria.

Ella de forma obediente los levantó, dejando ver poca parte de su abdomen. Yo tomé los extremos de su suéter y lo quité con un rápido movimiento. Ahora podía ver con un poco de dificultad, sus pechos cubiertos por el sostén de encaje que hace un par de horas había visto, mientras su cabello azabache caía por sus hombros, sus clavículas levemente marcadas le daba.. un toque lindo, su cuerpo era bellísimo.

- La falda.- Dije de forma seca, intentando intimidarla, que lo logré, lo noté cuando ví que mordió su labio, dirigiendo su mirada hacia abajo con nerviosismo, como si hubiera algo mucho más importante allí abajo.

- T-tori, yo..- Dijo en un susurro lo suficientemente fuerte para que yo llegue a escucharlo.

- Ahora, August.- Dije mientras tomaba su cintura y la bajaba de mis piernas, mientras veía que comenzaba a jugar con sus dedos como si de un tic se tratase, de forma cabizbaja.

Admiré su aspecto por unos segundos, se veía como una niña pequeña siendo regañada, tenía sus labios abultados, mientras que sus largas y blancas piernas estaban con un leve temblor, su cabello azabache cubriendo gran parte de sus hombros, y su sostén tapando sus pechos. Me hormigueaban los dedos con la necesidad de tocarla.

- No me hagas contar, Jadelyn.- Ella me miró a los ojos con su ceño levemente fruncido, por haberla llamado por su nombre completo, yo arquee mí ceja de forma inquisitiva y ella terminó bufando. Le presté atención a sus movimientos, eran lentos y sus manos temblorosas dejaban ver qué estaba nerviosa. Doy por hecho de qué su falda ahora está por alguna parte de mí habitación, mientras que ella está siendo dominada por mí.

- Tori..-  Me miró acercándose, yo abracé su espalda baja, intentando brindarle confort, no quería hacerla sentir forzada. Ella acarició mí cabello suavemente.

- ¿Mmh?..

- Sólo.. sé cuidadosa, p-por favor.

La abracé con mas fuerza, escondiendo mí rostro en su abdomen desnudo y cálido.

- Lo haré, y si tú quieres parar, sólo dime e inmediatamente yo me detendré, ¿Entendido?- Dije separándome de su abdomen para mirarla a los ojos.

Ella asintió con inseguridad.

- Sólo quiero que mí primera vez sea especial, Tori.- Dijo y yo me sorprendí, ¿Jade era "virgen"?

Solo asentí con confianza, comencé a dar besos húmedos por su abdomen, sonreí y la cargué para dejarla suavemente en la cama, ella sonrió con nerviosismo.

- Tranquila, si no estás segura solo dilo.

Comencé por dar besos en su cuello, esos besos se convirtieron en pequeñas mordidas que provocaban un leve dolor, que luego eran aliviadas por mí lengua.

Las marcas rosadas no tardaron en hacerse notar, al parecer, su piel pálida ayudaba bastante al hacerse presentes.

Bajé por sus clavículas, luego por en medio de sus pechos, seguí con su abdomen hasta llegar a su vientre, seguido de ésto, sentí como tragó saliva.

- Voy a comenzar, ¿Entendido? Recuerda lo que te dije.- Bajé con lentitud su ropa interior de encaje negro. Seguido de aquello, noté como apretaba las sábanas con sus delicadas manos, tenía miedo y podía sentirlo.

Terminé por quitarle su ropa interior, no quise que aquella primera vez sea incómoda, así que comencé a besar sus labios con demasiada tranquilidad,  ella respondió a ésto con un suave suspiro, noté como su cuerpo se relajaba ante ésto.

Dirigí mí mano por sus costillas mientras me separaba de sus labios, hice cosquillas leves notando como su pequeña risa se hizo notar, seguí por su abdomen y llegue a su intimidad.

Jade.

Me sentía nerviosa, sus manos me hicieron cosquillas en mis costillas haciendo que suelte una risa suave, pero tenía miedo.

¿Duele? ¿Será agradable? ¿Cómo es tener un orgasmo? Las preguntas invadieron mí mente, que luego ésta se despejó al sentir una presión mimando mí clítoris. Solté un suave gemido.

Éstas caricias suaves se hicieron algo más rápidas, luego sentí la ausencia a mí lado. Noté como el colchón se hundió en medio de mis piernas, y solté una risa leve dejando de lado mí inquietud. Cerré mis ojos y sentí como su húmeda lengua continuó mimando mí clítoris. Mis sonoros gemidos se hicieron presentes en la habitación, se sentía bien, lo sentí mejor al notar qué estaba introduciendo un dedo en mí feminidad, mis gemidos desesperados y necesitados de más invadieron el lugar.

Su dedo de introducía con cautela, sin ser apurado, con tranquilidad, era tortuoso, y eso no me agradaba.

- ¡Más! ¡Quiero más!- Protesté y luego volví a ser un mar de gemidos.

Ella introdujo el segundo dedo y yo estaba delirando, el vaivén que emanaban mis caderas era suave, mi pelvis se movía hacia su rostro y su lengua seguía en su primer lugar. Ella dejó salir jadeos suaves. Sentí ahora como chupaba mí intimidad, y ahí cai en el abismo, mí cuerpo se movía con desesperación y una suave capa de sudor cubría mí piel, mis gemidos altos y llenos de necesidad eran cada vez más presentes. Murmuraba maldiciones y cosas que ni yo misma sabía que decía, sentí mí cuerpo débil y mis piernas temblorosas la alarmaron, sus movimientos tanto de sus dedos como de lengua aumentaron en velocidad, sumó un dedo a mí interior y mí cuerpo estaba mucho más que débil, mí pecho dolía por la ausencia de oxígeno, y comencé a sentir una corriente eléctrica por mí espina dorsal. Con su mano libre apretó mí muslo, obligándome a abrir más las piernas, mientras que su nombre abandonaba mí garganta con un sonoro gemido, que apuesto lo que quieras, que se escuchó hasta la sala de estar, dónde estaba la fiesta. Había llegado al orgasmo y ella lo notó. Salió de mí interior y me dió un beso suave y lleno de amor, y yo solamente me quejé al sentir un leve dolor, pero con gusto acepté el beso.

- ¿Estás bien, Jade?- Preguntó con una preocupación notable, yo asentí e intenté levantarme, pero mis piernas temblorosas me lo impidieron y terminé sobre ella, otra vez.




You are my little girl, Jade.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن