You are my little girl, Jade.

Chapter 25

Pequeñísimas lágrimas salían de los ojos azules de la pelinegra, sus manos se plantaron en las hebras castañas, pequeños jadeos abandonaron sus labios y los relamió suavemente.

- M-más... rápido, Vega.- La morena aceleró los movimientos y succionó en repetidas ocasiones el clítoris de la menor, haciéndole soltar gemidos mas audibles.

...

- Eres deliciosa.- La morena subió por su cuerpo hasta besar los labios rosados de Jade.
La ultima mencionada se ruborizó rápidamente, una clara prueba de que ése comentario la había avergonzado.

- Aw... ¿Te avergoncé? - Sonrió Tori arrogante.

- Cállate.

- Tienes un sabor increíble.

- Cállate, voy a comer algo.

- Cómete esta.- Bromeó la mayor.

- ¿Ah, sí? - Jade interrogó mucho más que interesada.

Tori abrió sus ojos un poco, pero aprovechó la situación.

- Si, házlo.- Ordenó y Jade sonrió dispuesta a obedecer a la mayor.

Jade bajó los jeans celestes de Tori, quién con rapidez nalgueó a la pelinegra fuertemente, arrancándole un gemido.

- Auch, ¿y eso por qué?- Preguntó mirándola a los ojos.

- No me has dado besitos, yo si te los doy antes de hacerlo.- Hizo un puchero y Jade subió hasta besar los labios de la morena rápidamente, algo ansiosa de probarla.
Tori tomó el cuello de la menor en modo de ahorcarla, pero sólo ejerciendo la fuerza suficiente para que no escape de su agarre, la besó tanto como quiso dejando sus labios muy sensibles. Bajo nuevamente y se encontró de lleno con la intimidad de Tori, la cual se encontraba empapada.
Sus manos se encargaron de bajar las bragas azules.

- Te mojaste escuchando mis gemidos.- Aseguró Jade sonriendo.

- Aparte.

- ¿Ah?

- Sólo viéndote, puedo mojarme.- Sonríe al ver que volvió a avergonzar a Jade.

- Digo lo mismo.- Murmuró casi inentendible.

- ¿Ah?

- Olvídalo, no fue nada.

Luego de un pequeño silencio Jade volvió a hablar.

- No eres virgen, ¿no?

- Si soy.

- ¿Sí?

- No, idiota.- Jade se ruborizó al sentir el tono burlesco que recibió de Tori.

Tori se inclino sosteniéndose con sus brazos detrás de su cuerpo, admirando la posición de Jade, casi en cuatro, a punto de comérsela. Con su mano izquierda tomó la mejilla de la pelinegra logrando que la observe con fascinación en sus ojos, la besó tanto como pudo nuevamente, dejándola para que haga lo suyo.

La pelinegra abrió las piernas de la morena, quién seguía inclinada hacia delante, viendo de forma desafiante a la menor.

- Tú... ¿segura?- Dijo la de pelo negro, nerviosa.

- Obvio,  ¿por qué no?

Jade observó los ojos cafés, que ahora se veían negros, sin dudas aún Jade era sumisa bajo esa mirada.

Acercó su delicado rostro a la zona mojada, y dejó una veloz lamida. Miró nuevamente a Tori, quien sonreía arrogante.
Con dos de sus dedos estimuló su clítoris tímidamente. Tori solto una risa nasal, haciendo molestar un poco a la pelinegra.

- ¿Lo hago mal?- Preguntó Jade completamente insegura.

- Me das ternura, solamente.

- Cállate.

- Hazme callar.

- Oh, eso haré.

Y como si esa pequeña conversación hubiera encendido algo en la chica de pelo corto, comenzó a comerse el coño de la mayor sin pena alguna.

Tori mordió su labio inferior rápidamente mientras sonreía, luego tiró su cabeza hacia atrás. Sintiendo todo lo que la pequeña lengua de Jade podía hacer.

- Linda... más rapido...

...

- ¡Ah!- Jade alejó su rostro del coño de Tori mientras sonreía.

- Huh...- La observó.

- Sabes hacerlo muy bien, ¿sabes?

- Es mi primera vez haciéndoselo a una chica.

- ¿Y a un chico?

- Bueno... Beck varias veces me rogó para que se la chupe.- Volteó sus ojos.

- Hum...

- Nunca me cogió como tal, de todas formas... Solamente eso.- Soltó una pequeña risa y se levantó de la cama, estirándose.

- Tienes un trasero increíble Jade.- Dijo Tori embobada.- Lo amo.- Dijo fingiendo llorar.

- Cállate, tonta.- Rió Jade un poco.

- Tus pechos... ¡Dios! Ven acá.- Ordenó ella.

- No, ¿qué?- Dijo Jade.

- Ven acá, siéntate.- Palmeó sus muslos.

- Espera...- Se colocó sus bragas lilas, antes de acercarse.

- Oh, está bien.- Dijo algo alegre, Tori.

Jade se acercó y se sentó en las piernas de la castaña, abrazando su cuello.
Las manos de Tori fueron a la cintura desnuda de Jade, quién sonrió.

- Eres hermosa.- Dijo Tori.

- Tú también, amor mío.- Sonrió Jade.

- Te amo.

- Yo... Yo más, Tori.

- Me alegro de haberte conocido.

- Yo... Me arrepiento de haberte dicho.... "hija de puta".- Jade miró al suelo tal como un perrito regañado.

- Está bien, bebé... Yo me arrepiento de haberte golpeado.- Dijo besando la mejilla que hace un par de semanas había abofeteado.

- Eres... Yo... Hum...- Dijo Jade, temerosa.

- Tranquila, bebé.- Besó su coronilla y la pegó a su pecho, Jade suspiró y se dejó hacer mimos.

- Te amo, te amo mucho.

- Yo más, Jade. Yo más.