Capítulo 8

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La mañana del día jueves fue agradable y relajada para Kim

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La mañana del día jueves fue agradable y relajada para Kim. Ese día no tenía clases, y a pesar de que podría haber descansado hasta mucho más tarde en su cómoda y arropadora cama, no lo hizo. Prefirió levantarse a las 06:00 a.m para acompañar un rato a su padre antes de que se fuera a su trabajo. Charlaron un poco y desayunaron al mismo tiempo, siendo TaeHyung quién preparó todo para ambos.

Luego de ello, el hombre se marchó y el castaño se dirigió a su habitación, dudando en si seguir descansando o en ejercer su tiempo libre en algo más productivo. Rápidamente encendió la luz y cerró la puerta, se dirigió a su escritorio y abrió algunos libros de filosofía que quizás podrían ayudarle a entender un poco más el objetivo de su principal proyecto. Estuvo casi una hora y media leyendo antes de sentir su cuello tenso y acalambrado. Se levantó de la silla con pesadez y estiró los brazos. Elongó un poco y se fijó en la hora; 07:56 a.m.

A pesar de haber desayunado antes, no pudo evitar sentir un poco de hambre. Bajó con pereza a la cocina, y se sirvió un gran vaso de agua que ingirió de golpe, mojando un poco la camisa de su pijama. Bufó.

Sabía que su madre se levantaba usualmente a las nueve de la mañana, por lo que aún le sobraba algo de tiempo antes de que el alboroto en su casa comenzara. Su primo, en cambio, no salía de la cama antes de las once de la mañana, algo que Kim no entendía pero tampoco cuestionaba.

Se dirigió nuevamente a su habitación y fue entonces que el sueño comenzó a vencerle. Sabía que no conseguiría nada repasando las asignaturas de sus clases en ese momento. Con el sueño que empezaba a sentir se quedaría dormido en mitad de su repaso y la información no se le quedaría grabada como deseaba. Odiaba dormir, ya que pensaba que aquel tiempo gastado en aquella necesidad era mal invertido y un tiempo muerto y perdido, pero sabía que era algo primordial para el correcto funcionamiento humano, porque si no fuera así, él jamás gastaría su valioso tiempo en ello.

Rodó los ojos.

Apagó la luz ─Que ya no era necesaria gracias a la luz solar que comenzaba a infiltrarse por las ventanas de la casa debido al sol del amanecer─, y se acostó, esperando descansar lo suficiente para no sentir más sueño durante el resto del día.

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La Tesis | VKookWhere stories live. Discover now