Capítulo 20

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TaeHyung se encontraba sentado en la mesa junto a su madre mientras terminaban de almorzar

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TaeHyung se encontraba sentado en la mesa junto a su madre mientras terminaban de almorzar.

Habían pasado ocho días desde que había visto a JungKook por última vez. No hablaban ni por textos ni por llamadas. Había salido en dos ocasiones con alguno de los chicos, y estos siempre le preguntaban qué había sucedido entre ambos para que JungKook ni siquiera se comunicara con los demás. Ante aquellas preguntas, TaeHyung prefería no responder y fingir que no sabía nada cuando en realidad lo sabía todo.

JungKook no llamaba. TaeHyung tampoco lo hacía.

Y muy a su pesar, aquel día era jueves, y al día siguiente, la famosa reunión con los Jeon.

No tenía ganas de asistir. El miedo lo invadía inevitablemente al pensar en aquella familia. No quería que el menor tuviera problemas, pero tampoco deseaba relacionarse con mafiosos.

O bueno. Aún antes de saberlo, ya se relacionaba indirectamente con uno.

JungKook no era tal y como lo era su padre, o eso quería creer, pero seguía siendo parte de un mundo sucio y corrupto que lograba estremecer y aterrar a cualquiera. No era una noticia fácil de asimilar, mucho menos de aceptar.

Aquel día no quiso huir de Jeon mientras este le confesaba toda la verdad, pero su cuerpo reaccionó antes que él, y no pudo evitar recordar cada momento en el que se había relacionado con el pelinegro, desde la primera vez hasta aquella ocasión.

Recordó las veces en las que lo insultó y lo trató horriblemente mal, pero también recordó todas aquellas ocasiones donde ambos se besaron y compartieron ciertos momentos íntimos que TaeHyung, para su mala suerte, no podía olvidar.

Porque sí. TaeHyung anhelaba poder volver a besar los abultados labios de JungKook. Quería sentir sus suaves caricias al abrazarlo y entregarle el mundo entero con una sola mirada.

Era demasiado cursi e ilógico para que aquello fuera parte de su cabeza, pero tarde había comprendido que Jeon ya era alguien indispensable en su vida. Era importante para él aunque no quisiera admitirlo, y a pesar de su personalidad, sus creencias, sus locuras y sus orígenes, no quería dejarlo ir.

Bufó para sí mismo y se levantó de la mesa en cuánto él y su madre acabaron sus alimentos. Lavó los trastes, y subió hasta su habitación para continuar con el segundo avance de su tesis.

Llevaba realizado la mitad, pero necesitaba releer y reescribir una y otra vez aquel informe para que fuera del completo agrado de JuWon.

Se encerró en su cuarto y se sentó frente a su escritorio. Hojeó con cuidado su carpeta celeste, y antes de encender la computadora, su celular vibró.

Decir que TaeHyung no pensó, por algunos escasos segundos, que el sonido de su celular se debía a cierto pelinegro, sería mentir en su totalidad.

Se levantó de la cama y se dirigió hasta la repisa que reposaba sobre la cabecera de la cama. Con nerviosísmo desbloqueó la pantalla y observó con atención el mensaje. Se decepcionó de inmediato al ver que JungKook no era quién le había hablado, pero se alegró levemente cuando notó que NamJoon le había escrito para salir un momento.

La Tesis | VKookWhere stories live. Discover now