[🌸] Capítulo 26

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[Martes - 2:40 pm / Jardín]

-Inadvertido del silencio, enredaderas al paraíso, techos infinitos con tonos azules y pasteles. Los jardines de la academia, los prados de la grandeza, era uno de los lugares más liberadores antiestrés de todo el lugar. A diferencia de otras salas que se cubren del ruido e interruptores, el aire libre de los jardines escondían todo a total naturalidad. Mucho de los alumnos suelen dar vueltas por los alrededores en busca de un poco de motivación o sentido el seguir estudiando, pero a veces sólo usan el exterior para dormir o tomar un rato la sombra en sitios más adecuados en donde nadie pueda verlos.

Tocando esos puntos en principio, Verónica le atinó al clavo a la perfección al dar la idea de iniciar una amistosa plática entre amigos en una de las jardineras de la escuela. Despreocupada de su alrededor, ella canta una melodía mientras da pequeños saltitos en el camino como conejo de primavera al aire libre. Sin embargo, tanto Vicente como Ian se intercambian miradas para ver quién deberá dirigirle la palabra a Verónica e interrumpir su alegre concentración, ya que llevan un buen rato caminando en dirección a ningún lado en particular y sólo mantiene el rumbo en círculos-

Ian: Entonces...¿dónde quieres que nos pongamos a platicar, Vero?

-La perrita pará de saltar en seco y voltea a ver a la cabra con una gran confusión en sus ojos-

Verónica: ¿Eh?
Ohmmm...pensé que ustedes estaban eligiendo donde sentarnos. Yo los estaba siguiendo, de hecho, Hehehe...

Ian: Noo~
Nosotros te seguíamos a tí. Cómo fuiste la que propuso venir al los jardínes de la escuela, pensábamos que ya tenías un lugar previsto.

Verónica: Oh...ahmm...
Entonces...hmmm...
-Entrecierra los ojos al esforzar su cerebro en localización de un lugar perfecto-

Vicente: Vero, si quieres...podemos sentarnos en mi sitio favorito donde pasaba el tiempo con Jo-

Verónica: ¡Oh, Oh! ¡Allí, allí!

-Entre gritos emocionantes, ella señala entre los arbustos un espacio libre entre unos árboles de flores rosadas y hojas verdosas, donde los rayos del sol sólo pueden pasar en el gran centro circular que forma las sombras de las mismas copas de los árboles-

Vicente: Oh, entonces...está bien allí...supongo.

Verónica: ¡Sí, sí, venga, vamos!
-Exclama a risas cuando entra al área por los arbustos en un salto. Vicente queda espectado por lo motivada que se establece la chica-

Vicente: ...Okey...

Ian: ...Para ser un lugar tan sacado de un cuento de hadas, es un lugar muy precioso propuesto por Verónica.

Vicente: Sí..., ella es genial aunque no lo parezca...

-Ian suspira en un tono muy bajo-

Ian: Sí..., a veces quisiera saber, cómo es que ella ve él mundo.

-Pensamientos que dibujan cosas tan raras llegan a la imaginación de Vicente y se confunde-

Vicente: ...¿A qué te refieres con eso?

Verónica: ¡¡Heeyy!! ¡¿Vienen o no?!
¡Hay florecillas aquí!

¡Mira que lindas!

-La perrita, que ronda por el borde del centro del jardín, inhala con fuerza el polen de las flores en el que está parada-

Ian: ¡Espera, Verónica!

-Inadvertida del aviso, la nariz de la chica se arruga en una mueca de agriedad. La sensación en sus fosas nasales en grotesco-

Cuarto de Mariposas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora