[🍾] Capítulo 43

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[Jueves - 12:48 pm / Música]

-Hora de irse, el tiempo llegó a su límite y todo debe retirarse. Después de casi alcanzar la hora máxima del almuerzo en la azotea y en espera, Vicente e Ian dan la vuelta al tema y deciden dirigirse al aula de música; ya que es su siguiente clase asignado en su horario escolar. Para ir de regreso en su camino, ellos no cruzan mucho sus conversaciones y prefieren darle el vuelo libre al silencio confiable.
Los pasillos estaban secos, o con una contabilidad menor de alumnos que normalmente debería abordar los corredores enteros; esto era una clara seña al apresurado paso en el que ejercen los estudiantes para llegar a tiempo a sus aulas.

Tomados de la mano y sin preocupación de que alguien juzgue sus acciones, Vicente retuerce cada uno de sus dedos alrededor de la mano de Ian para estirarlos y atrapar toda la palma de su amigo en un fuerte agarré. Ian, aún pensativo y decaído del momento pasado, no da reacción promedio a lo que el zorro hace y sigue caminando con normalidad.

Vicente aclara sus pensamientos y viaja un rato al pasado, buscando algún tipo de recuerdo memorable que haga reír a Ian auque sea por unos segundos. Él sabía perfectamente como poder alegrar a Ian en un par de minutos, pero lo difícil de alegrar a alguien era el entenderle, y en casos como este, él no lograba entenderle por completo

En eso, un foco imaginario se enciende en lo alto de la cabeza de Vicente y empieza a balancear el agarre de sus manos hacia adelante y hacia atrás.

Ante el movimiento inesperado, Ian gira a ver a su mano con el que el zorro está sujetado y luego al zorro en si, sin saber que es lo que intenta hacer-

Ian: ...Heh...¿Qué haces?

-Preguntó Ian con una ceja curvada y sus labios retorcidos en confusión. Vicente sólo le presentó una sonrisa y siguió haciendo lo suyo-

Vicente: ...Cuando veníamos caminando juntos del preescolar, tomados de la mano para no separarnos ni perdernos de la vista de tu mamá, siempre balanceabas nuestro agarré. Pensé...que esto te alegraría un poco.

-Ian se queda callado, después bajo levemente la cabeza con la vista pegada al suelo, retomando el dato lentamente a la vez que recordaba aquel recuerdo como algo simbólico y único de varios que ha tenido con Vicente desde niños.

Rápidamente, él se recompone y le devuelve la sonrisa a su compañero-

Ian: ...Hm...Lo hace.
-Dijo antes de empezar a balancear el agarré junto al zorro. Vicente siguió el juego, pero su preocupación cubrió gran parte de su buena intención y sólo notó una débil sonrisa de su amigo-

Vicente: No estés triste. Ya pasó.
-Recalcó con tranquilidad para que la cabra estuviera en paz. En su respuesta, Ian asintió con delicadeza, aún teniendo la cabeza endurecida por el momento pasado-

Ian: ...Lo intentaré. Aún necesito tiempo. No...es tan fácil cuando...obtienes esa información o revelación así como así...

Vicente: Está bien...
Sólo no lo pienses mucho. Esto...tiene solución de algún modo...

-Inclinó el zorro hacia un lado más positivo en la balanza imaginaría que flotaba entre ellos dos, sobre la "tranquilidad" y "decadencia". Con un poco de suerte, esperaba que sus palabras pudieran ser el suficiente empujón para alejar a Ian de la desesperación e intranquilidad.

En parte contraria, Ian sólo miró el suelo por dónde caminaba, organizando la poca cabeza que le quedaba de sus densos pensamientos. Cada segundo que él daba un paso hacia adelante era como comer con ansias el tiempo contado de la espera a un futuro desconocido. Su futuro desconocido. Y en lo que el mientras deambulaba por su mente, balanceaba el agarre de su mano con la de Vicente a un ritmo sincronizado e inusual hasta encontrarse con la puerta de su aula.

Cuarto de Mariposas Onde histórias criam vida. Descubra agora