Anastasia La Rossa
Un nombre que quedo en el olvido, un nombre al que fui obligada a renunciar.
Todo estaba bien hasta que llego ella y me quito lo único que tenia y gracias a eso recuperé mi nombre, mi titulo y mi familia.
*Los personajes así como...
Ustedes lo pidieron, me tarde pero aquí esta, hasta mañana.
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Después de aquella presentación por parte de su madre, Hürrem miro a Ayas pasha quien aún intentaba entender la situación, —No te esfuerces demasiado ahora, lo único que tienes que saber es que no debes decir nada hasta mañana que será la audiencia con el sultán, en otro momento podrás entender lo que sucede— comentó con tranquilidad.
Ayas sonrió y las condujo a los carruajes, todos subieron, Hürrem espero un momento —Sümbül podrías pedir que Afife regrese a la capital, y llévala a mi palacio por favor, con todas sus pertenencias— comento con tranquilidad.
Sümbül asintió, mientras tanto ayudo a Hürrem a subir en el carruaje y luego subió él, esta vez Kasya y Cihangir viajarían con sus hermanos Katerina y Alexander, Hürrem estaba a lado de su madre, quien podía sentir la tensión y preocupación de su hija, sujeto su mano durante el tiempo de viaje y Sümbül la miraba, también podía sentir que se sentía mal.
Al llegar al palacio que Amelia había rentado bajaron las cosas, el lugar sin dudas era muy hermoso, Hürrem entro primero y sonrió como nunca al ver a Mihrimah esperando en el salón —Mi hermosa princesa— comento y se acercó a Mihrimah quien no espero demasiado y se abalanzo a los brazos de su madre.
Su abrazo fue fuerte y cálido, no había pasado realmente mucho tiempo, pero no podía estar lejos de ella, nunca estuvo lejos durante tanto tiempo y la extrañaba demasiado.
Se separaron y Hürrem beso su frente —Mitad de mi alma, ¿Qué haces aquí? — pregunto mientras la examinaba, tenía la sensación de que había crecido más, aunque quizás solo era su mente jugando con ella por el tiempo que no había podido verla.
—Le pedí permiso a mi padre, le dije que estaría con la sultana Hatice en su palacio— comento con una sonrisa.
Hürrem frunció el ceño —¿Acaso no te dije que no le mintieras a tu padre? — pregunto con seriedad.
Mihrimah la miro con una sonrisa —No importa, aunque se entere que no estuve con la sultana Hatice no me hará nada por que mañana te vera y sabrá con quien estuve en realidad— comento con una sonrisa.
Mihrimah era de las únicas que sabia como dominar a la perfección a ambos, Hürrem le sonrió —Solo esta vez jovencita— comento con una sonrisa a lo que Mihrimah respondió con otro abrazo.
Después entro Cihangir con Kasya de la mano, en cuanto vio a su hermana corrió hacia ella —¡Mihrimah! — grito el pequeño y se abalanzó contra ella, quien lo recibió con un beso en la frente y luego lo abrazo. Después del abrazo Cihangir la miro y acaricio su mejilla —Estas más bonita— comento con una sonrisa.
Mihrimah sonrió, los otros dos hermanos entraron, pero ninguno de los tres sabía cómo actuar todavía, no sabían si ella los recibiría con cariño o solo los saludaría así que no se molestaron en hablarle.
