Anastasia La Rossa
Un nombre que quedo en el olvido, un nombre al que fui obligada a renunciar.
Todo estaba bien hasta que llego ella y me quito lo único que tenia y gracias a eso recuperé mi nombre, mi titulo y mi familia.
*Los personajes así como...
Me acabo de dar cuenta que me equivoque en la numeración dos veces ja,ja,ja.
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El que alguna vez fue el rey de aquel reino salió por la madrugada escoltado por soldados hasta un pequeño pero cómodo palacio donde permanecería toda su vida, este se convertiría en su prisión dorada y tuvo que firmar un tratado en el que expresamente le dejaba el trono a su hija para vivir de una manera modesta lejos de ellos.
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Paso un mes de que aquello sucedió, el hermano de Hürrem estaba tranquilo por el momento, pero realmente odiaba terminar siendo la burla del pueblo y que su hermana lo hubiese humillado de esa manera.
El pueblo y el consejo estaban realmente felices de que ella regresara y que no se quedase con aquel sultán, a pesar de llevar poco tiempo de conocerla sabían que lo que ella hacia podría ser bueno para todos.
Sin embargo, una pequeña parte aun temía que ella regresase o que aquel hombre bárbaro quisiera atacarlos para recuperarla, era obvio que no lo conocían, él no la atacaría porque, aunque ella no lo creía y él no lo demostró aun la amaba y fue una parte importante de su vida.
Jamás la consideraría como enemiga y solo era cruel y despiadado con sus enemigos.
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Hürrem estaba en su oficina con Mehmet y Mihrimah a su lado, estaban revisando algunas de las leyes que el juez había cambiado y les darían el visto bueno para que salieran, aparte de eso revisaban los proyectos necesarios para ayudar al pueblo a mejorar su calidad de vida y cruzaban algunas estrategias para mejorar la seguridad y relaciones con otros gobernantes.
Hürrem miro a su hija, en el imperio podrían llegar a menospreciarla sin embargo era muy inteligente y podría ser perfectamente capaz de dirigir un imperio, Mehmet era tal cual esperaba, era un príncipe muy inteligente y se preocupaba por su gente.
Alexander y Katerina estaban revisando algunos de los tratados más recientes de su tío con los gobernantes para saber si eran buenos o necesitaban restructurarse, a pesar de no haber vivido como Mehmet y Mihrimah tuvieron la mejor educación que Hürrem les pudo dar, Kasya por su parte prefirió estar fuera con Cihangir, Selim y Bayezid.
Kasya noto que un consejero llego al palacio y hablo directamente con la reina madre Amelia, se preguntó por un momento por que tomaría tal decisión si la gobernante era su madre, pero por el momento no haría nada.
Mas tarde al ser príncipes todos debían saber las reglas a seguir, Hürrem les leía las reglas, estipulaciones y acuerdos que debían llevar los príncipes, en una de ellas se mencionaba que las princesas debían casarse a la mayoría de edad sin embargo Hürrem les dijo que eso solo pasaría si ellas encontraban a alguien que amaran, en cuanto a los príncipes era lo mismo, tomo la mano de Mehmet con cariño —Hijo mío, sé que este lugar es muy diferente al imperio otomano, sin embargó tu decidirás que costumbres tomaras, si quieres casarte yo lo aceptare y si quieres tener un harén veremos lo que podemos hacer— comento con una sonrisa.
