Capitulo 33

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- No hagas eso - le dijo Roberta.
- Si te soy sincero, sólo vengo aquí por compromiso. Odio esta casa, y me desagrada la mayoría de la gente que normalmente encuentro aquí.
Roberta estaba sorprendida de las confesiones íntimas de Diego. Era la primera vez que acortaba la distancia emocional con ella.
Pero le inquietaba el saber que pudiera ocultarle tan bien las emociones.
- Diego, deja que se acostumbren a mí. Lupita me decía esta tarde que están esperando a que rompas conmigo y vuelvas con Dolores.
- Lola está felizmente casada, así que no sé por qué abrigan esas esperanzas.
Roberta se dio cuenta entonces de que Diego no sabía nada de la ruptura del matrimonio de Lola.
- Según tu sobrina, Dolores se ha separado de su marido.
Diego dejó de anudarse la corbata y dijo:
- ¿Y desde cuándo?
- No lo sé - dijo nerviosamente Roberta.
- Emilia debería ponerle un candado en la boca a su hija.
Entonces se hizo el silencio. Roberta se levantó de la cama y fue a la suite. Era evidente que la noticia sobre Lola lo había sorprendido y lo había dejado en un estado de ensimismamiento. ¿Qué significaba para él la noticia de que Lola estuviera libre de nuevo?
Pero se dijo que no debía dar rienda suelta a la imaginación.
Diego no la había esperado para bajar al salón. Roberta había hecho su aparición con un vestido de noche azul que dejaba al descubierto sus hombros desnudos. Y lo primero que había visto había sido a Diego conversando con Lola en un rincón del final del salón. Parecían muy inmersos en la charla, y Lola no tenía el gesto triste de una mujer que acaba de romper su matrimonio y busca las palabras de un amigo, sino que se la veía feliz. Diego, en cambio, tenía un gesto serio, grave.
Lupita la saludó de lejos con la mano, pero no pareció dispuesta a interrumpir la conversación que mantenía con el joven sentado frente a ella.
De pronto Diego la vio y se puso de pie. En ese momento, anunciaron que la cena estaba lista.
- Has sido muy oportuna interrumpiendo la conversación. Pero estás encantadora.
Roberta no pudo resistir preguntarle:
- ¿Se ha separado Dolores?
- Sí.
Pero una cena formal no era el mejor momento para hablar de ello.
Para su sorpresa, se encontró sentada a la derecha de la anfitriona, y frente a Diego. Y Dolores sentada varios sitios más allá. Incluso la señora Bustamante había intentado darle conversación en perfecto inglés. Roberta le contestó con generosidad, pero en su interior sentía un cierto desconcierto.
Fue un alivio levantarse de la mesa. Enseguida Lupita se acercó a Roberta y le dijo:
- Quiero que conozcas a alguien.
Se trataba del joven que la había acompañado. Se llamaba Santos, y, por su gesto, parecía estar acostumbrado a que lo mostrasen como un trofeo.
- Vamos a comprometernos el año que viene.
Roberta recordó lo que había sentido cuando había conocido a Diego. Le parecía tener cien años más que entonces. ¿Quién podía asegurar que Lupita era demasiado joven para saber lo que quería?
- A los catorce años me dijo que se iba a casar con él - dijo Diego, que había aparecido por detrás, en el momento en que la pareja se alejaba -. Y me dijo por qué.
- ¿Por qué?
- Quería verlo sonreír, y él sonríe continuamente a su alrededor. Tiene veintidós años, está terminando sus estudios en Harvard, y es muy serio, tanto como ella inconsciente. A él le da miedo que ella se aburra de él dentro de un año.
- ¿Pensas que es posible eso?
- No - pienso que tiene las suficientes agallas como para hacer lo que su corazón le dicta. Incluso fue capaz de hacer frente a la familia de él, y no dejarse llevar por el orgullo, cuando ellos restaron importancia a la relación entre ellos. Yo la envidio por esa fuerza y esa claridad.
Y Roberta supo que hablaba de su relación con Dolores, y se hizo muchas preguntas acerca de esa relación. ¿Dolores lo habría dejado romper la relación sin importarle realmente?
Diego bajó con Roberta. Pero ella no podía relajarse. La idea de la posibilidad de perderlo alguna vez la aterraba. Porque la certeza de que él no podría abandonarla si no encontraba el certificado no le servía de nada.
Le presentaron a los padres de Lola. Fueron educados y amables, pero fríos en el fondo. Al fin y al cabo ella era la mujer que le había robado el novio a su hija.
Roberta pidió excusas para salir a tomar el fresco. En ese momento Salvador se acercó a ella......

Matrimonio Diferente •TERMINADA•Where stories live. Discover now