Jungle Beards and the Hippie Class

114 6 2
                                    

N/A: No tengo NADA en contra de los hippies. Solo para que lo sepan.

A la mañana siguiente, Nova se despertó con una sonrisa particularmente brillante en su rostro mientras esperaba a sus amigos. Su cabello dorado caramelo perfectamente despeinado, una mezcla perfecta entre el desorden y la perfección. Su corbata roja y dorada de Gryffindor colgaba suelta alrededor de su cuello y su camisa blanca abotonada metida en su falda gris, pero no demasiado apretada para ver su figura, solo lo suficiente para que fuera suelta pero no demasiado suelta. Los cordones blancos de sus converse negros estaban metidos en el zapato mismo, en lugar de estar atados. Su capa de Gryffindor, que se suponía que debería de estar cerrada, fluía libremente.

Harry sonrió por su apariencia, pero más específicamente, por ella. Nada parecía haber cambiado con la noticia de su padre. Todavía se rebelaba contra el código de vestimenta. Sin embargo, lo hizo meticulosamente para no romper técnicamente el código de vestimenta. Llevaba toda la ropa requerida, pero quizás no de la manera que ellos deseaban.

Harry frunció el ceño cuando apareció junto a ella. Él no estaba frunciendo el ceño porque sus ojos color miel escanearon la página de un libro. Él no estaba frunciendo el ceño porque ella no estaba usando sus adorables anteojos extremadamente tontos contra los que se rebeló. Él no estaba frunciendo el ceño debido a sus cejas fruncidas mientras leía. Él no estaba frunciendo el ceño porque ella no podía escucharlo debido a la música que provenía de su iPod (que ella encanto para trabajar en Hogwarts). Sin embargo, estaba frunciendo el ceño debido a las crecientes bolsas debajo de sus ojos.

—¡Oh, hola, Harry! —Nova saludo desde el sillón en el que estaba acurrucada, leyendo en su pequeño mundo.

—Buenos días, Nox —sonrió Harry—. ¿Qué haces despierta tan temprano?

—¿Qué haces levantando tan temprano, Har? —Nova respondió, arqueando una ceja mientras lo miraba con curiosidad.

En el cielo, James y Lily Potter notaron lo similar que se veía Nova a su padre, Remus. Normalmente, la comparaban con Sirius, pero eran momentos como estos los que mostraban el Lunático interior de Nova.

Ella no es bebé de Sirius y Remus por nada como diría James.

—Normalmente me levanto tan temprano. Un habito que adquirí mientras me quedaba con los Dursley —dijo Harry, sentándose en la silla adyacente a Nova.

—¿Quieres decir que no me levanto tan temprano todas las mañanas, cariño? —pregunto Nova, levantando una ceja de nuevo. Harry observo con curiosidad como Nova se retorcía el cabello con cuidado en un moño desordenado, usando su varita para asegurar el nudo.

—Bueno, amor, sucede que Hermione o yo siempre tenemos que arrastrarte fuera de la cama —respondió Harry en tono burlón.

—¡Oye! ¡No soy tan mala! —Nova protesto con una carcajada.

—¡Nox, literalmente tuve que llevarte el desayuno! —Harry bromeo de nuevo, tratando de ocultar su risa. En su primer año, Nova y Harry descubrieron un hechizo que podrían usar en la escalera, evitando que se convierta en un tobogán.

—En mi defensa, todavía no tenía mis panqueques con chispas de chocolate —se defendió Nova, mirando su libro nuevamente, esperando que Harry olvidara de que se trataba la conversación. Desafortunadamente, Harry era Harry y recordaba casi todo sobre Nova.

—Eso no responde a mi pregunta, amor —dijo Harry, su voz mezclada con una leve preocupación.

—¿No lo sabes? —pregunto Nova, mostrándole una brillante sonrisa—. El sol naciente hace maravillas en mis poros.

The Girl Who Fought | h.p |Where stories live. Discover now