Fourteen Birthdays and the Truth

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Hermione Jean Granger se despertó en la mañana del 19 de septiembre con su mejor amiga poniendo música a todo volumen. No era música tranquila, ni era algo que ella solía escuchar. A pesar de la creencia popular, Hermione no escuchaba música clásica. En su lugar, se encontró escuchando a ABBA, de todos modos, ese no era el punto.

En lugar de despertarse con el glorioso sonido de su alarma, Hermione se despertó con Highway to Hell de ACDC a solo unos centímetros de distancia de su oído. Hermione se sentó en la cama, mirando fijamente a su amiga que estaba a su lado.

—¡Buenos días, Mione! —Nova dijo alegremente. Hermione entrecerró los ojos, Nova nunca se levantaba antes que ella.

Los cálidos ojos marrones de Hermione escanearon el dormitorio rojo y dorado de Gryffindor. Lavender y Parvati no estaban en su habitación. Mientras Hermione miraba por la ventana, vio el sol en lo alto en el cielo azul claro lo que indicaba que era la última hora de la mañana o la primera hora de la tarde.

—¡Por la barba de Merlín! —Hermione gritó, saltando de su cama—. ¡Me perderé todas mis clases! ¿Cómo dormí a través de la alarma?

—No lo hiciste —dijo Nova, examinando el esmalte dorado de sus uñas—. Lo apague.

—¿Hiciste que? —Hermione exige, su ojo izquierdo temblando.

—Lo apague —Nova dijo despacio—. Es domingo y estaba cansada. No tenía ganas de escucharlo, así que lo apagué.

—Eso no tiene sentido. Me despierto dos minutos antes de mi alarma sin importar lo cansada que este —reflexionó Hermione.

—Dos posibilidades. Una, te he drogado. Dos, te has sobrecargado de trabajo, lo que significa que tu agotamiento te alcanzó —dijo Nova, fingiendo leer uno de los libros de texto de Hermione.

—¡Eso es absurdo! —Hermione declaró, arrebatando el libro que Nova estaba leyendo y metiéndolo en su bolsa con los demás—. He estado durmiendo la cantidad recomendada todas las noches.

—Sabes que es domingo, ¿verdad? No hay clases —declaró Nova, levantando una sola ceja. Hermione la ignoró, comprobando que lo tenía todo.

—La única otra posibilidad era que alguien metiera una poción en mi bebida —pensó Hermione en voz alta, dirigiéndose a Nova—. Anoche me diste mi té...

—Que extraño —Nova se encogió de hombros inocentemente, arreglando su chaqueta de cuero. La típica ropa de fin de semana de Nova consistía en vaqueros ajustados negros rasgados, converse negros, cualquier camisa que encontraba y su chaqueta de cuero que estaba sobre la sudadera gris que Nova le robó a Harry la semana pasada.

—¿Lo hiciste...? —Hermione comenzó a preguntar.

—¿Qué hice? —preguntó Nova.

—¿Pusiste una poción para dormir en mi té anoche? —preguntó Hermione, estrechando los ojos.

—No.

Estuvo en silencio un momento.

—Te drogue —declaró Nova sin rodeos. Embolsandose su iPod y sus auriculares.

—¿Qué? —Hermione chilló.

—Te drogue —Nova repitió lentamente.

—¡Te he oído! —Hermione gritó.

—Ni te preocupes, era solo melatonina —Nova informó—. Es una hormona de sueño, ¿no deberías de saberlo? Fuiste una muggle durante once años de tu vida.

—¡Se lo que es! —Hermione se enojó—. ¡Nova, tengo clases hoy!

—Es domingo. Domingo significa que no hay clases —Nova dijo lentamente, con la esperanza de que su amiga se pusiera al día.

The Girl Who Fought | h.p |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora