Capítulo 2

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SeokJin miró el vaso vacío que tenía en la mano, preguntándose si iba a rellenarlo. Con un suspiro, lo dejó finalmente junto a la botella de vodka que había empezado el día anterior, y lo cerró con un gesto decidido.

La bebida no ahuyentaría los recuerdos…

El joven se pasó una mano cansada por sus mechones rubios. Sus ojos turquesas mostraban una gran fatiga. Había dormido mal la noche anterior, ¿cómo pudo dormir cuando un año antes, había tenido la conversación más irreal y más terrible  con el hombre que atormentaba sus sueños…?

*********

SeokJin estaba a punto de volver a su habitación cuando la figura de JungKook se materializó de repente a su lado. Tomado por sorpresa, el heredero casi saltó hasta el techo, y las palabras que el veneciano dijo en voz muy baja no le ayudaron.

—Necesitamos hablar. Ordéname que te siga.

Inquieto por la discrepancia entre la aparente deferencia de JungKook y sus exigencias -por no hablar de la familiaridad utilizada-, SeokJin tardó unos segundos para recuperar la suficiente presencia de ánimo como para cumplir y lanzar en un tono seco:

—Por fin estás aquí, Jeon. Sígueme.

—Sí, señor.

Unos momentos después, se encontraron en la habitación de SeokJin. El corazón de SeokJin comenzó a latir con fuerza mientras todo tipo de ideas, cada una más licenciosa que la anterior, cruzaban su mente. ¿Había cambiado JungKook de opinión? ¿Va a aceptar seguir lo que ha  pasado en el club? ¡siempre y cuando sea eso!

SeokJin estaba pensando en facilitarle las cosas a su guardaespaldas y agarrarse a las solapas de la chaqueta de su traje para besarlo sin aliento cuando éste habló, destrozando sus sueños con unas pocas palabras.

—No te engañes. No he cambiado de opinión. He pedido que tu padre me envíe lejos de ti.

El heredero apretó los dientes para ocultar su decepción. Se había librado por poco de la humillación de lanzarse a la cabeza de un hombre que lo rechazó, aunque una parte de él le instaba a olvidar todo orgullo para rogarle que no lo dejara.

—¿Por qué todos estos misterios para informarme de lo que ya sé?— replicó SeokJin sin tratar de ocultar su amargura.

—Porque tu padre ha puesto condiciones para mi partida, y puede que no te gusten, no necesariamente va a complacerte. Sin embargo, debes saber que los acepté por mi propia voluntad.

—¿Qué condiciones?

JungKook hizo un breve mohín antes de continuar:
—Para no sentar un precedente, tu padre presentará mi salida como un castigo.

—¡No!

La reacción de SeokJin había sido tan horrorosa como instintiva. Tenía entendido perfectamente lo que su guardaespaldas estaba insinuando, y todo su ser estaba en contra de  ello. Impulsivamente, dio un paso adelante, pero JungKook dio otro paso atrás.

—Estaré bien. Tu padre me prometió que no sería demasiado dañado.

—No es…

—No importa lo que sea o no sea—, le cortó el guardaespaldas. —Eres el heredero, tendrás que estar ahí. Y no debes mostrar nada, ¿Oíste? Nada en absoluto.

Sin esperar respuesta, JungKook puso la mano en el pomo de la puerta. Dudó un segundo y luego añadió sin mirar a SeokJin:

—Entonces... me olvidarás.

Peligroso Amor (KookJin) •Adaptación• Traducción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora