Peligroso Amor (KookJin) •Adaptación• Traducción

Capítulo 15

Oh no, no, por favor, no dejes que sea él, por favor, no dejes que sea él…

Pálido, SeokJin no podía apartar los ojos del atroz paquete más de lo que podía hacer el más mínimo gesto en su dirección.

No era posible... Era una pesadilla... JungKook no había nacido ayer; era fuerte, inteligente, nunca se hubiera dejado capturar...

Loco de angustia, SeokJin finalmente encontró el coraje de acercarse y agarrar un puñado de cabello para levantar el macabro "regalo".

A pesar de lo trágico de la situación, un intenso alivio inundó sus venas cuando reconoció el rostro aún contraído por el miedo.

No fue JungKook.

Claro, conocía a la víctima, pero no era JungKook.

—HaeChan…— exhaló, aflojando los dedos tensos en los mechones oscuros.

SeokJin dio un paso atrás, sus ojos aún fijos en el paquete. Un mapa se deslizó entre labios exangües. Si eso fuera posible, el joven palideció aún más. Terminó agarrándolo con la punta de los dedos para leer el texto impreso en él:

Mira de lo que YO soy capaz.

Esas mismas palabras las había dicho delante de SiWon, y que le indicaron sin sombra de duda la identidad del remitente.

—Necesito estar solo— susurró finalmente después de un largo momento.

Girando sobre sus talones, salió apresuradamente de la habitación. BaekHyun vaciló y luego lo siguió. Lo alcanzó justo cuando llegaba a la puerta que conducía a la azotea.

—Jin…— comenzó, agarrando su brazo.

Su primo se apartó, sacudiendo la cabeza.

—No. Ahora no, BaekHyun. Ahora no.

El joven no pudo hacer nada cuando SeokJin bajó corriendo las escaleras. Claramente escuchó el cerrojo cerrarse, el sonido de los pasos de SeokJin subiendo los escalones y desvaneciéndose, luego el silencio.

Un silencio pesado, lleno de dolor e incertidumbre.

Luchando contra las lágrimas que brotaban de sus ojos, BaekHyun caminó lentamente hacia la sala de estar. Se sobresaltó cuando encontró allí a SeHun, así como el abyecto paquete.

—¿Qué voy a hacer con él, señor?

Un pánico sin nombre se apoderó de BaekHyun cuando se dio cuenta de que el guardaespaldas le estaba hablando. Instintivamente, buscó ayuda, solo para recordar con terror que él era el único miembro de la familia Kim presente.
Y entonces le tocaba a él tomar las decisiones necesarias…

¿Qué tengo que hacer ? Dios mío, nunca lo lograré…

Sin embargo, a pesar de que la sangre le subía a los oídos y de la persistente sensación de que se iba a desmayar en cualquier momento, BaekHyun se oyó dando órdenes a SeHun, como si alguien más que él mismo estuviera al mando.

—Deshazte de esto. Yo me ocupo del resto.

—Bueno señor.

SeHun cerró el paquete y salió de la sala, dejando atrás un joven perdido, al borde de un ataque de pánico, y que no tenía idea de cómo manejar la situación.

Jeon. Necesito a  Jeon. Él sabrá cómo razonar a SeokJin.

BaekHyun casi deja caer su teléfono celular cuando sus manos temblaban. Renunciando a seguir luchando, se dejó caer en una silla y seleccionó el número del veneciano.