XV: Quitando Las Piezas

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Al día siguiente en casa de Layla, ella esperaba a Neydi, la que le había dicho que iría a visitarla en su día de descanso, como siempre la chica tomo su cabello con una coleta de caballo mientras andaba en short negro y blusa de tirante negra, con unos tenis negros con dorado, mientras esperaba a su amiga, ella, se dispuso a hacer sus labores hogareñas, las cuales eran pocas, lavar su ropa y recoger su casa, cuando de pronto alguien llamo a la puerta, era Neydi, con un tono dulce esta le dijo desde afuera.

– ¡Layla! Traigo bísquets, con mantequilla y mermelada tus favoritos – Como no obtuvo respuesta de Layla, dijo por ultimo – Son calientitos de la panadería de aquí a dos cuadras – Ella sabía que la debilidad de Layla eran esos panecillos, y los macorns rosas, con eso supo que tenía abierta la puerta, cuando se dispuso a entrar a la casa de Layla esta se veía cansada, triste y con ganas de no salir.

–Buen día Neydi, ¿y William? ¿No vino contigo?

En eso Neydi dijo sonriente.

–No, vengo sola él debe atender unos asuntos del negocio, además, que este día, es solo tuyo y mío, para platicar más amenamente, quiero saberlo todo, como te ha ido en el trabajo, ¿Cómo andas con Gerardo? Alguna novedad no se algún –

Cuando iba a decir algo se detuvo y miro mis manos.

– ¿Regalo? Gerardo, no lo hizo, ¿ok?, William te debo 20 dólares–

En eso sonreí y le dije en tono de burla.

– ¿Apostaste con tu esposo a que Gerardo al fin se acostaba conmigo?

En eso Neydi se puso seria y dijo algo molesta.

– ¡No te dio el regalo! Eso teníamos de apuesta, en fin, venía a decirte que se acerca Julio, y sabes que eso significa ir a la playa, o salir de paseo, o al balneario, que dices, vamos a nadar, a convivir yo que sé.

Apenas iba a tomar la palabra cuando me llego una llamada imprevista era Jonathan el cual me estaba invitando a comer con él.

– Hola, espero no este ocupada, pero quisiera invitarte a comer, pasaría por ti a tu hogar o te veo en algún sitio.

Neydi escucho esto y puso una cara de seriedad que daba miedo yo solo me limite a responder a Jonathan

–Claro te veo en el restaurante cerca del trabajo te veo a las cinco ¿Te parece bien?

Cuando termine de decir esto me contesto con su voz más dulce.

– Por supuesto ahí te veo.

Colgó la llamada y Neydi me dijo en tono de sarcasmo e ironía.

– Layla antes de ir a la cita con ese rufián, dame tu tipo de sangre por favor.

Me quede seria al oír esto, y dije en tono de furia.

– Neydi al menos, Jonathan no anda divulgando que me acosté con él, como lo hizo Gerardo, además ha tenido buenas atenciones conmigo creo que merece una oportunidad, además que está arrepentido por lo de Mireya, y creo ya pago su error, y quiere solo ser feliz, ¿Qué tiene de malo eso? ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Neydi, en un tono ya molesto, le dijo a la chica de frente.

–Gerardo es incapaz de hacer tal cosa como dijiste, al contrario es un hombre honorable, y de una reputación intachable, como puedes decir eso de quien te ama.

Cuando dijo esto azote mis mano contra la mesa y dije muy enojada.

– ¿ME AMA? En serio, ¿Me ama? Un hombre que ama, no anda diciendo tal barrabasada, ni se anda jactando, que tuvo a la chica poco convencional, en su cama, y mucho menos, anda diciendo la barbarie de "Estuvo muy bueno lo que hice con ella".

Pureza Tomo 2 [EN PROCESO]Where stories live. Discover now