RENACER

Capítulo 15 - PLANES -

Daisy suspira, lo vio marcharse cuando aún estaba oscuro, lo hizo desde su ventana, aquellas luces de las lámparas alumbraron su silueta, lo vio girarse buscando verla una última vez y subir luego a ese carruaje, suspira... sonríe y acaricia sus labios, las semanas se harán interminables...

Inhala con fuerza y ese aire invade sus pulmones,
- aquí estás... - dice Florence tomando asiento junto a ella, Daisy ríe, la imagen de esa pradera en tonos ocre es perfecta, incluso Florence piensa que es una imagen agradable.
- entonces... vas a casarte... - menciona, Daisy se voltea a verla, es extraño escucharlo de otra persona... Florence no la mira, suspira profundo y continúa...
- te adoro Daisy... Creo que Ben no pudo escoger a mejor persona... eres... perfecta para él... - no la mira, Daisy podría notar ese brillo en sus ojos.
- pero no puedo evitar el sentirme triste... porque va a alejarte de mí... - se gira a verla, Daisy puede notar la tristeza en ese rostro.

- en verdad... no sé por qué Richard actuó así... Lo lamento, lamento que te haya pasado... Te amo Day... Eres como la hermanita que nunca tuve y sin tí... no sé cómo... - lágrimas caen por su rostro y Daisy traga en seco, no puede verla así, le duele, Florence es su hermana, es cierto...

- Florence... Yo también te adoro... no podría dejarte... Ulia continuará haciéndose cargo de todo aquí y tu madre... Pero yo no podría... Ven conmigo... con nosotros... papá estará encantado... - menciona Daisy y toma las manos de su amiga...

- no... no podría... yo...

- claro que sí... Boston es un lugar que no conozco, que mejor que hacerlo con una amiga...- le dice Daisy, Florence limpia sus lágrimas...

- ¿tú crees que yo pueda?... ¿Que tu padre me lo permita?... - pregunta mirando a sus ojos, Daisy afirma con la cabeza...
- claro que sí... ¡Claro que si Flor!... Eres lo más cercano a parte de Ulia, te necesito conmigo... Boston no me agrada...

- ¿y él?... - pregunta Florence y le sonríe con dulzura
- él... ¿Te interesa?...

Daisy se sonroja, recuerda esos labios, su aroma, sus ojos...
- creo... que si...

Florence hace un gesto,
- bueno... Eso es lo de menos, creo que podrías llegar a quererlo y él a tí... - debe ser cuidadosa con sus palabras, no molestarla, lo importante es salir de ese pueblo, lo ha conversado con su madre y tiene muchas más opciones fuera. Ambas se abrazan, una con el sentimiento de total y completa lealtad, la otra, con la molestia de seguir a quien siempre creyó poca cosa...

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Frances sonríe observando por la ventana, deja la labor que ha bordado en esas semanas por sobre la pequeña mesa, por un telegrama supo de la próxima boda y no puede esperar a que su hijo le cuente, mientras los sirvientes también salen a recibir a sus señores, ella se abre paso y de aquel carruaje descienden ambos hombres. Ben tiene la barba crecida, al igual que ese cabello, el abrazo no tarda en llegar a ella, puede sentirlo nuevamente, un hijo nunca deja de ser el pequeño, aunque este sea tan alto y de muy buen porte siempre será su niño.

Casi cinco semanas lejos, entre ir y volver, con el tiempo justo para organizar su boda, Ben saluda a todos, Harrison abraza a Frances e ingresan los tres.

Luego de un baño y rasurarse baja para encontrar a sus padres, van a cenar temprano, él siente aquel aroma de estofado, su favorito, en la comida y con esos gestos que lo hacen ver tan apuesto y el movimiento de manos relata lo vivido en esos días, su madre sonríe, se sorprende y preocupa, mira de cuando en cuando a su esposo, Harrison sonríe y acota si es necesario, obviamente Ben no ha comentado nada acerca de los besos, pero una madre sabe y Frances lo escucha hablar de ella con entusiasmo y sentimiento.