RENACER

Capítulo 23 - SORPRESAS -

Daisy siente sus dedos recorrer su piel, recostados en esa cama observan ese amanecer que comienza a pintarse fuera, la despertaron sus besos y caricias, él desde atrás la sostiene arropada en sus brazos, ella exhala,
— ¿Quieres hijos?... — pregunta pues esta idea esta ronda en su cabeza, las palabras de aquella mujer no se van... Siente el beso cálido de Ben...
— si... si los quiero... pero aún no... — escucha de él y su corazón se hace pequeño o eso siente...
— quiero llevarte de viaje, eres muy joven aún, mamá me tuvo casi a los veinte... tenemos tiempo, todo el tiempo del mundo — ronronea él en su oído, Daisy tiene miedo de esas palabras, todas pesan... cada una de ellas, tal vez no debió salir de la manera en la que lo hizo, tal vez debió esperar y hacer preguntas... suspira pesado y Ben la gira a él, sus ojos lo observan ...

— ¿qué sucede Daisy?... ¿Qué tienes?... Puedes contarme todo lo que necesites, confía en mí... — acaricia su mejilla, ella parpadea y tiembla...
— Daisy... — menciona y trata de buscar en sus ojos lo que ella esconde.

— mamá ... murió cuando era muy pequeña...— murmura, Ben observa sus labios que se quedan entreabiertos, sabe que quiere continuar...
— yo... yo lo vi... mi ma... — Daisy trata de continuar sin que las lágrimas interfieran... es imposible...

Ben seca estas,
— Daisy... no quiero que te duela... — murmura besando sus mejillas húmedas, ella niega...

— yo... yo... — las lágrimas se hacen más profusas, Ben la abraza acercándola a él, puede sentir los movimientos que se dan a causa del dolor que siente, eso cree él, ella teme que confesando lo que puede hacer, simplemente deje de quererla o la llame bruja como el amigo entrañable que lo hizo... Richard...

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La señora Wolfe ingresa y escucha, observa cautelosa pues no quiere sorpresas, el joven matrimonio Fitzgerald le ha dado más de un dolor de cabeza, prefiere percatarse de que no estén en la sala desnudos como esa mañana en la que los encontró, o en la cocina otra mañana que el enorme ramo de acelgas y cebollines no le permitió ver, salvo el grito de Daisy y el torso desnudo de Ben...

Se decide por sólo prepararles el desayuno ahí, el almuerzo y cena los lleva hechos desde su casa, por momentos se ha decidido a no continuar y seguirlos a Boston, pero la idea de ese jugoso sueldo y el apoyar a su familia son un aliciente que la mantiene ahí.

Nota que todo está en calma, se dispone a preparar el desayuno y escucha aquella risa... Daisy... Se cubre con las manos el rostro temiendo,
— señora... — escucha de la joven, se gira y Daisy la observa sonriente, lleva un vestido blanco de encaje, regalo de su suegra, pero este día en especial Daisy parece nuevamente una novia...

— señora Daisy... disculpe, es que...

Daisy se sonroja un poco,
— no... descuide... la entiendo... Estoy de aniversario señora Wolfe, le dí el sí hace una semana y quiero prepararle el desayuno, puede retirarse...

— por supuesto que no señora, fui contratada para esto... usted indíqueme que necesita y voy a ayudarla, ambas terminaremos antes y bueno... - Louise sonríe por primera vez o eso piensa Daisy, afirma con la cabeza y comienzan...

Ben despierta y estira los brazos, se gira y no la encuentra junto a él por primera vez, sonríe buscando, se pone de pie y camina desnudo a ese baño, está vacío, una nota pegada en la toalla...

Buenos días amor, la señora Wolfe te indicará qué debes hacer, bañate antes...

Ben ríe, cierra esa puerta.

Al cabo de un tiempo ingresa a esa cocina, espera verla y no, no está, sólo la señora Wolfe que prepara lo que cree es el almuerzo...
- señor Fitzgerald, la señora me pidió que le dijera que lo espera en la playa...