Capítulo 19 - LA BODA -

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Daisy exhala, la puerta de ese carruaje se abre y Ralph extiende su mano, la suya... enguantada toma esta y baja, se ve simplemente hermosa, algunos extraños que pasan, paran para verla, su padre está más que orgulloso, Ulia baja ese velo por sobre su rostro, Florence acomoda la larga cola y entonces ingresan.

La marcha nupcial se escucha y Daisy mira a Ralph, tomando su brazo, este sujeta su mano, parece decirle que todo estará bien, es muy difícil sentir que todos la observan, pero cuando lo ve de pie hasta el fondo, tan altivo y hermoso, con esa sonr...

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La marcha nupcial se escucha y Daisy mira a Ralph, tomando su brazo, este sujeta su mano, parece decirle que todo estará bien, es muy difícil sentir que todos la observan, pero cuando lo ve de pie hasta el fondo, tan altivo y hermoso, con esa sonrisa que adora es que olvida que todos la miran. Camina hacía él...

Ben exhala, está sucediendo, ella es perfecta para él en todo sentido, cuando llega Ralph la entrega,
- Ben... es mi mayor tesoro, ahora te pertenece, por favor... sólo hazla feliz... - es algo que sólo él puede escuchar.

Ben afirma con la cabeza y toma su mano y sin dejar de sostenerla la aproxima frente al oficiante, este saluda a los invitados, dándoles la bienvenida al matrimonio de Ben y Daisy, realiza la señal de la cruz y la ceremonia empieza.

Daisy y Ben se miran de cuando en cuando, ella aún con el velo, escuchan cada palabra del sacerdote, sonríen y no se sueltan, Ralph Wykeham siente su corazón sobrecogido, pero con la tranquilidad de que este es un buen hombre, atrás han quedado los días de tristeza en los que ella dejó de hablar por el dolor enorme de la muerte de su madre, tiene la certeza que ambos serán felices y que les esperan largos años juntos...

Frances Lourd y su esposo Harrison Fitzgerald están más que satisfechos, esta unión desde todo punto de vista es lo que siempre desearon para Ben, su descendencia está asegurada y ven en ellos a una pareja que va a consolidarse de manera muy fuerte en años posteriores.

Florence observa a su amiga, las ideas de que pudiera tener algo con Ben en un futuro le hacen sonreír, no esta consciente de que esto es totalmente equivocado, pero aquel hombre genera esos pensamientos, lo desea y no nota que empieza a convertirse en una obsesión...

Ulia limpia una que otra lágrima, recuerda a esa niña con hermosas pecas repartidas en mejillas y esa nariz, la ama y verla ahora, está agradecida con eso, está agradecida con ser parte de su vida... y ser parte de este instante.

Luego de varios minutos, llega el punto culminante, el padre se aproxima a ellos y pregunta fuerte...

¿Han venido aquí a contraer matrimonio por su libre y plena voluntad sin que nada ni nadie los presione?

Si padre, venimos libremente tomados de la mano contestan ambos con la certeza de que sí.

¿Están dispuestos a amarse y honrarse mutuamente en su matrimonio durante toda su vida?

Si padre estamos dispuestos

¿Están dispuestos a recibir responsablemente con amor los hijos que Dios les dé y a educarlos según la ley de Cristo y su iglesia?

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