Capítulo 76 - DEBIÓ SER... -

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Daisy toma esa taza entre sus dedos y bebe, el sabor es el que esperaba, la leche y la canela son buenas amigas, sonríe con ese pensamiento...
- ¿no puede dormir señora Driver? ... - menciona la voz, ella gira, Adam la observa, lleva pantalones de dormir y una camiseta sin mangas, con brazos cruzados por sobre el pecho es un verdadero espectáculo... ella traga en seco, se sonroja y Adam sonríe coqueto, le encanta tenerla cerca... Coloca en uno de los mesones el monitor que permite ver y escuchar a Ben mientras está sólo y duerme...
- sueños... - responde ella subiéndose de hombros, observa el aparato, puede ver al pequeño ya en su cuna...

- todo está controlado... ¿tienes para mí?... - pregunta Adam mirando aquella taza de leche caliente, el aroma es muy agradable, ella afirma y se pone de pie para servirle, él disfruta la vista de sus largas piernas y el trasero que dibuja su redondez por debajo de esa camisa, el cabello recogido en un moño que deja sueltos algunos mechones, Adam acaricia su quijada y cierra la puerta doble de esa cocina tras él... Toma asiento muy cerca, ella se gira con una taza en sus manos y la sorprende tomando su cintura y acomodándola en sus piernas muy delicado, Daisy sonríe y simplemente le da de beber, él lo hace mirando al verde de esos ojos, luego toma la taza y la aleja por sobre la mesa, acaricia sus muslos sin apartar su vista de ese rostro...
- ¿recuerdas la vez en la que te quemaste las piernas?... - pregunta y su nariz se aproxima a ese cuello, ella ríe...
- si... si lo recuerdo, dolió mucho... fui una idiota...

- ¿te asuste?... - pregunta él y besa sus labios, Daisy afirma...

- me sentía muy torpe frente a tí... ese día estaba completamente agotada, sólo apoye la frente por unos segundos y lo siguiente que recuerdo es ese dolor...

Adam sonríe y exhala...
- el idiota era yo... no eras torpe... eras perfecta y dulce y sensual y parecías no notarlo... me odiaba por pensarte... - dice él, ella mueve las cejas,
-... nunca lo pregunté... ¿Qué sentiste cuándo me viste entrar esa primera vez?... Escuché aquello de...

y la fotografía... Nuestra secretaria debe ser el rostro de esta escuela, deberá acompañarte o a mí alguna vez, como asistente su imagen debe ser perfecta.. y ese nombre... Daisy... es el de una abuela...

Menciona la castaña tratando de hacer bastante gruesa su voz y hace gestos de molestia, Adam la observa y sonríe... La besa entonces, es demandante, tanto así que Daisy debe apartarlo luego de segundos para poder respirar... la necesidad de sentirlo es más fuerte pero... ella ríe y se pone de pie bastante rápido... Adam niega y se incorpora...
- ven acá... - dice en un bajo que podría derretir a cualquiera... ella se coloca detrás de la isla, pone distanciamiento entre ambos...
- tus padres duermen en esta casa y mi bebé... - murmura...

Adam busca cómo llegar a ella,
- Ben duerme, mis padres también, Brenda... Si... tratemos de hacerlo en silencio... - responde persiguiendo con mucha rapidez a Daisy que se ve acorralada en una esquina, él camina con calma, no podría huir aunque quisiera, Daisy siente sus manos tomarla y sentarla por sobre la esquina del mesón, sus dedos acarician por debajo de la camisa, no hay escapatoria, así mientras sus bocas y lenguas se encuentran, las manos de él no dan tregua a sus senos, que han cambiado en forma y lo agradece, Daisy gime bajo con cada caricia, niega pero es imposible cuando siente que el desabrocha a prisa esos botones y su boca se introduce uno, la lengua lame y humedece su pezon y cuando succiona puede sentir cómo la bebe...
- Ad... no... - suplica bajo, este no hace caso, prueba de su leche y le parece muy agradable, cambia al otro repitiendo la misma operación... luego de unos segundos se aproxima a ella para besarla y derrama un poco en su boca, Daisy puede sentir que es dulce, le parece extraño este gesto pero el hecho no le molesta, mientras el beso continúa, sus manos acarician arrancando quejas que van humedeciendo cada parte de su piel y su centro, su vientre palpita y duele no tenerlo, lo necesita dentro...

RENACER Where stories live. Discover now