¿Puedes no burlarte de mí?

4. ¿Ropa interior por diez millones de dólares?

Si fuera otra persona, podría ser vergonzoso ahora dar la vuelta o cómo disculparse, pero Hunter no tiene esas preocupaciones en absoluto.

Se dio la vuelta con las manos en los bolsillos y le sonrió.

—Solo estoy aliviando el trauma psicológico de esa chica porque no compró tu camiseta... Ah, es una camiseta.

—Oh, ¿es así?

La voz de Winston era más ligera de lo esperado, y las comisuras de sus labios se hundieron lentamente, y Hunter de repente se dio cuenta... La otra parte sonrió. Aunque la sonrisa era superficial, era como una flor eterna solitaria congelada en una bola de cristal. La flor eterna abrió el confinamiento y poco a poco floreció...

—Entonces, ¿sabes por qué te tratan como a un mesero?

—¿Por... por qué?

Hunter no había pensado que la otra parte hablaría con él, y el tema lanzado por la otra parte realmente le interesó.

—Porque eres como un niño.

Esa sonrisa se volvió más y más obvia, y las pupilas de Hunter temblaron. Él nunca ha visto la sonrisa de Winston, y creo que todos los medios en la escena también.

Esto hizo que a Hunter le resultara difícil distinguir si la otra parte se estaba burlando de él o se estaba burlando de sí mismo.

—Así que debes peinarte el flequillo para parecer maduro, para que no te consideren un estudiante universitario que viene a trabajar como mesero.

Hunter miró al otro y cada palabra que dijo Winston fue inexplicablemente creíble.

En ese momento, pasó un mesero con una bandeja llena de agua mineral y jugo.

Winston estiró la mano, tomó el jugo y se lo entregó a Hunter, mientras el vaso que él sostenía se llenaba de agua mineral.

Ni vino tinto, ni champán, sino jugo... ¿Se estaba riendo Winston de su infantilismo o sabía que no tenía la edad suficiente para beber?

Espera... ¿cómo podría importarle a Winston su edad? ¿O simplemente cree que debe ser pequeño?

Justo cuando Hunter estaba pensando, los dedos de Winston se sumergieron en el vaso, los nudillos se sumergieron en agua, y luego en en el flequillo de Hunter y lo empujó hacia arriba para revelar su frente.

Las yemas de los dedos del otro presionaron suavemente su cuero cabelludo, lo que provocó que Hunter, que había querido retirarse, se detuviera inconscientemente.

—Cámbiate a otro traje, no te queda bien en la cintura.

Hunter levantó la vista y se encontró con el rostro medio levantado de Winston, arreglando su frente.

Estaba muy concentrado.

No sé si fue por sus hermosas pestañas que Hunter tuvo una ilusión de estar enamorado.

—Gracias... nosotros... creo sólo hemos hablado en el baño del Gran Premio de España antes, ¿no?

¿Por qué sentía que Winston lo conocía bien?

Pero la otra parte solo lo miró en silencio.

Esto hace que Hunter esté aún más confuso.

En este momento, la voz del anfitrión de la subasta volvió a sonar.

—¡Aquí hay una gorra de béisbol de los Bisontes del joven novato de Marcus, Evan Hunter, que usó en la escuela secundaria! ¡El precio inicial es de $ 500!