10. Entonces, por favor no desaparezcas

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—Hmm. —Winston se hizo eco en voz baja.

El otro hombre no mostraba ninguna expresión de sorpresa, y ciertamente nada en su vida era susceptible de sorprender a Winston, pero su calma le permitió a Hunter volver a sumergirse en un repaso de sus días de infancia también.

—Cuanto menos quiero tartamudear, más tartamudeo. Es curioso, ¿no?

—Pero ahora no tienes ningún problema.

—El terapeuta me dijo que era porque tenía tendencia al nerviosismo y a la baja autoestima. —Hunter sonrió, la verdad era que en el fondo su corazón seguía siendo propenso a la baja autoestima hasta el día de hoy, y eso no había cambiado mucho.

—Por eso empezaste a correr en karts.

—¿Eh? ¿Cómo lo sabes?

—Tanto el karting como la Fórmula Renault requieren un alto nivel de aptitud mental. Conduces karts para aprender y trabajar tu control emocional.

—¿Cómo lo sabes?

—Me lo dijiste. —Winston respondió.

—¿Cuándo? —Hunter lanzó una mirada de sorpresa, ¿cómo no recordaba nada de eso?

—En una vida anterior.

—..... —Hunter se quedó sin palabras.

El tal Winston era tan estricto que no tenía sentido y sus broma eran muy frías.

—Bien. ¿Te he contado alguna vez cómo era mi padre en una vida anterior?

—Adelante, puedo escucharlo de nuevo —Winston respondió.

—No puedo ser amigo tuyo cuando estás así.

—Está bien, te escucharé todas las veces que quieras.

Una mirada seria, pero sin mucha sinceridad en su voz.

Hunter puso los ojos en blanco y decidió ignorar automáticamente el frío humor de Winston.

—Mi padre era un exitoso corredor de bolsa en Manhattan, así que pasé mi infancia vestido y alimentado. Aparte de su carrera, la persona que más le importaba era yo. Es mucho dinero para entrenar a un corredor, y más aún para empezar a una edad temprana. Contrató a entrenadores para que me entrenaran y dejaba su trabajo más ocupado para acompañarme a las carreras de karts. Podía sentir la sonrisa bajo sus ojos cada vez que conseguía un buen lugar y lo miraba.

—Hmm.

—Cada día tenía más confianza y era más feliz. Pero la crisis financiera lo dejó en la ruina y todo su ser se volvió fácilmente irritable y a menudo bebía en exceso. Mi madre no pudo soportarlo y nos dejó. Luego mi madre se volvió a casar, con un profesor, y vivió la vida tranquila que soñaba, pero murió al dar a luz dos años después.

Winston no dijo nada comprensivo, sólo tomó el cigarrillo que estaba a punto de consumirse en la mano de Hunter, lo sostuvo entre sus labios y dio una suave calada.

—Antes de eso, corría en karts para que mi padre estuviera orgulloso. Luego se convirtió en... era para ganar dinero para comprarle a mi padre su bebida. Fui mejorando, conduciendo cada vez más rápido, ganando innumerables campeonatos e incluso haciéndome notar en la Fórmula 1. Cuando Marcus Racing me fichó, estaba tan emocionado que pensé que el mundo estaba lleno de esperanza. Pero cuando volví a casa y le conté la noticia ...... se limitó a decir "oh" y a llevar la botella de vino y seguir bebiendo en el sofá. No sé por qué me enfadé, rompí todo el alcohol de la casa. Se precipitó y golpeó toda la cara ......

Winston permaneció en silencio.

—Salió tambaleándose a por algo de bebida y nunca volvió.

Hunter terminó, y lo único que quedó del cigarrillo entre los labios de Winston fue la colilla.

¿Puedes no burlarte de mí?Where stories live. Discover now