66. ¡Piérdete!

735 117 15
                                    

Las alarmas de Hunter comenzaron a sonar.

—¿Qué dices? —Winston bajó la cabeza, pasó la punta de su nariz por la mejilla de Hunter y le besó el costado del cuello.

La sangre le llegó a la punta de la lengua.

La otra mano de Hunter trató de hacer girar a Winston, levantando su estómago con fuerza para hacer rebotar al hombre sobre él, pero la rodilla de Winston empujó su otra pierna hacia arriba, lo que dejó a Hunter completamente sin un punto de apoyo al que prestar su fuerza.

—¡Idiota! ¡Idiota! ¡Idiota!—Hunter maldijo con rabia, su mente estaba llena de resentimiento.

Sus manos estaban inmovilizadas en la almohada por el agarre de Winston. Hunter obviamente era fuerte, pero frente a Winston era tan ridículo como un niño.

Winston lo miró con una suave sonrisa, pero Hunter vio en esos ojos un deseo latente de clara destrucción.

Bajó la cabeza y lamió la costura de los labios fruncidos de Hunter.

Los mechones de su pelo pasaron por la mejilla de Hunter, haciéndole cosquillas.

—¿Sigues jugando? —preguntó Winston.

—No más ...... —dijo Hunter inútilmente.

¡Cuando termine de practicar, te aplastaré!

—¿Así que quieres que sea aburrido o interesante? —La barbilla de Winston rozó la punta de la nariz de Hunter.

—¡Aburrido! ¡No hay necesidad de vivir tan alegremente por la noche! Dentro de unos días habrá una carrera de entrenamiento libre —Hunter gritó.

—¿Si? Todavía faltan tres días para los entrenamientos libres. Si esta noche hago algo interesante que requiera mucho esfuerzo, seguro que te habrás recuperado para los entrenamientos libres, ¿no?

La voz de Winston era oscura, y Hunter sintió que la temperatura corporal del otro hombre aumentaba notablemente mientras levantaba con fuerza la otra pierna.

—¡Tengo sueño! Tú bájate, yo quiero dormir.

Hunter forcejeó, su camiseta ya estaba tirando hacia arriba, casi contra el cuerpo de Winston.

—¿Quieres morir si te mueves de nuevo? —Winston bajó de repente la cabeza, apretando fuertemente a Hunter.

Hunter se quedó helado, sin atreverse a moverse, con el corazón latiendo como un trueno.

—Ayúdame a sacarlo. —La voz de Winston era opresiva, pero Hunter no podía ni moverse.

Pasaron otros dos segundos y Hunter endureció el cuello y giró la cara hacia un lado, notando que las venas de la frente de Winston se ondulaban y que los dedos que sujetaban a Hunter casi le aplastaban las muñecas.

—Hunter .....

Esta vez su nombre se pronunció de forma diferente a como lo había hecho nunca, con la implicación de una súplica intolerable.

—Tú ...... suéltame ...... te ayudaré ....

Winston se puso rígido y abrió los dedos, y cuando Hunter lo tocó para empezar, Winston tomó los labios de Hunter, esta vez en un beso menos suave que Hunter sólo pudo soportar inclinándose hacia atrás.

—.... Date prisa.

—¡Ya voy rápido! O lo harás tú mismo. .....

Los besos de Winston volvieron a presionar y a Hunter no le salía una palabra, sólo sus orejas rojas querían que esto se apresurara y pasara.

¿Puedes no burlarte de mí?Where stories live. Discover now