¿Puedes no burlarte de mí?

11. Te espero en la siguiente curva

—Oops, ¿hay una lucha interna en el equipo de Marcus Racing?

—¿Qué pasa? ¿Tartamudo? —Maddy ladeó la cabeza y miró provocativamente a Hunter.

De repente, Hunter dio un salto y su puño giró hacia arriba a punto de estrellarse contra la cara de Maddy.

—Whoo ...... —Se escuchó un grito ahogado de la gente de alrededor.

Marcus intentó tirar de Hunter, pero él fue demasiado rápido.

En ese momento, Hunter sólo quería romperle la cara a Maddy, pero una fuerza le presionó la cintura y lo levantó con una mano.

Se fue hacia atrás, golpeando su espalda contra alguien.

Intentó liberarse, pero la mano ...... o ese abrazo era tan fuerte que lo mantenía firmemente y no podía moverse.

Un corredor de carreras es físicamente poderoso y no había muchos en la escena que pudieran sujetar a Hunter lo suficiente como para no moverse.

Pero Hunter trató de ir contra viento y marea, apretando los dientes y odiándose a sí mismo.

No había podido hacer nada ante el abuso que había recibido de Maddy en el baño, pero cuanto más se estrechaba el abrazo tras él, más vergüenza sentía.

Era como si se hubiera vuelto débil y necesitara aferrarse a los fuertes.

Pero no era así, nunca había sido así.

Nunca había querido sacar una pizca de la fuerza de Winston.

Aunque eran pilotos de un nivel completamente diferente en la Fórmula 1, Hunter pensaba que al menos era independiente en su mente, en igualdad de condiciones con Winston.

Pero cuando Maddy dijo esas palabras delante de tanta gente, delante de Winston, todo cambió.

—Tú ...... —Las cuerdas vocales de Hunter estaban a punto de esforzarse, pero no podía hablar correctamente.

Cualquier palabra habría sido mejor, solo quería maldecir.

Un calor apretó la mejilla de Hunter, y el aliento de Winston recorrió su oreja como si quisiera entrar en su cerebro a través del oído y entrelazarse con sus pensamientos.

—Tómalo con calma, Hunter ...... Estoy aquí, relájate.

Esa voz era demasiado suave, como si bajara toda su estatura, no le importaran todas las miradas, sólo para decírselo a él.

—Déjalo todo en mis manos, déjalo en mis manos ......

La mejilla de Winston se apretó suavemente contra la de Hunter en un ángulo sutil, su aliento cayó en la comisura de sus labios.

—¿Qué, ni siquiera Vane Winston puede salvarte ahora? ¿tartamudo? —Maddy se rió burlonamente.

Al segundo siguiente, Hunter sintió como si su cuerpo hubiera sido violentamente perforado y clavado con fuerza en la pared de mármol detrás de él, como si su garganta pareciera estar estrangulada con fuerza, como si estuviera alucinando.

—Si dices una palabra más, te arranco la cabeza y la meto en el inodoro.

Una voz extremadamente fría sonó. El lado de la cara de Winston seguía presionado con fuerza contra la esquina de la frente de Hunter, pero la intención asesina hervía en los ojos levantados.

Se hizo un silencio sepulcral en el vestíbulo del hotel.

Algunos reporteros con sus insignias de trabajo se congelaron en el acto.