000. ENCHANTED
❝the lingering question kept me up
2 am, who do you love? i wonder 'til i'm
wide awake.❞
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dónde a ivan le gusta su mejor
amiga pero ella tiene novio y
es un idiota
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Acariciando el pelaje de Ronie, los ojos avellanas de Mora se fijaron en la figura inquieta de su novio tecleando cosas sin parar en el teclado de su computadora mientras fruncia el ceño y exhalaba aire por la nariz estresado.
No podía quitarle la vista de encima, viendo su perfil de costado se percato que incluso estando a unos metros de distancia podía distinguir sus pestañas espesas y oscuras subir y bajar con rapidez rozando sus pómulos cada que parpadeaba.
Se pregunto vagamente dentro de su cabeza si habría parte de él que no hubiera memorizado ya, si había algo que la rubia adoraba era apreciar la belleza de su novio.
En la vida no hay que ser un presumido de cuarta pero el chico tenía su encanto y a ella le gustaba presumir aquello.
Finalmente pensó en la sensación de calma y armonía que percibía últimamente en su día a día. Le preocupaba que todo estuviera marchando tan bien que por culpa de su ansiedad; antes de dormir solía preguntarse cual seria el próximo mal que tendría que afrontar cuando la tormenta arrase con el clima cálido.
─ Qué hijo de puta. ─exclamo Ivan levantándose de golpe de su silla, estirando su mata de cabello oscuro gruñendo.
Se quito de un tirón los auriculares inalambricos antes de masajear el puente de su nariz y finalmente abandonar el área de su Set Up.
La rubia arqueo una ceja con curiosidad cuándo el morocho se tiro de lleno en el sillón soltando un bufido de estrés. La pequeña gata maullo yéndose del regazo de Mora ante tal arrebato por parte de Ivan, este último se acomodó encima de su novia hundiendo su cabeza en el pecho de la rubia, rodeando con su brazo la cintura de Mora.
La mendocina estiro su mano brindándole mimitos en el cabello ondulado de su novio.
─ ¿Todo bien? ─indagó.
─ Si, se me termino el tiempo de juego en Tortilla justo cuándo estaba haciendo algo importante en Spreenfield pero no importa. ─dijo con voz ronca, el aliento del morocho chocando contra el pecho de la rubia causándole cosquillas─ ¿Qué hacías?
─ Verte jugar. ─confesó ella─ ¿Te pinta hacer algo ahora?
─ Lo que quieras, amor, ya estoy disponible para vos.
Inmediatamente a la rubia se le dibujo una sonrisa maliciosa que Ivan no vio pues estaba acostado boca abajo.
( ♡ )
─ ¿Tú plan un viernes a la noche era venir a un museo?
─ Sí, ¿te gusta? Hay una exposición de Van Gogh dentro de un rato. ─comento emocionada─ El restaurante donde cenamos más tarde te lo dejo a vos.
