Capítulo 23

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Ámbar no puso música en esta ocasión, quizás por su dolor de cabeza o solo porque olvidó el teléfono afuera, así que su tiempo en el baño se redujo, lo cual le hizo a Choi preguntarse con una media sonrisa, cuanto del tiempo que ella estaba dentro era baño y cuanto, show de talentos personal. Y ya que no hubo música, su impulso hormonal no fue exactamente el mismo, pero de ahí a no sentir ni imaginar nada, había una gran diferencia.

Después de escucharla tararear tras la puerta junto con el sonido de la regadera, la vio salir vestida con la ropa deportiva y el cabello húmedo, terminándolo de secar con una toalla. Igual de atractiva que con cualquier otra cosa que la había visto usar hasta entonces.

–Me duele el cuerpo como si hubiera recibido una paliza.

Comentó ella girando sus brazos y masajeando sus hombros para calmar la molestia, mientras caminaba hacia su vestidor para buscar sus tenis.

–También eso es normal– respondió comprensivo –Recuerdo la primera vez que me pasó, creí que no podría volver a moverme.

Comentó con una leve sonrisa, recordando ése momento lejano, al inicio de su juventud.

–Me siento una tonta por no creerte que el soju es engañoso.

–Olvídalo. A veces solo aprendemos las cosas cuando nos suceden a nosotros.

Le respondió con tono dulce.

Ámbar asintió. Tenía razón, por eso dicen que nadie escarmienta en cabeza ajena. Terminó de atarse los tenis y se levantó.

–Aún con este dolor, no quiero quedarme aquí encerrada toda la mañana. Vamos.

–¿A dónde?

–A la cancha de basquetbol ¿O prefieres desayunar primero?

Preguntó ella recordando que él no había comido nada aún.

–Un poco de caldo de pollo no me caería mal.

–Entonces vamos a la cocina y después a la cancha a lanzar unos tiros.

Choi notó como en todas las demás veces en la que ella le ofrecía hacer algo, resultó que era algo también le gustaba a él y que hacía mucho tiempo no realizaba.
Se dio cuenta de que todas esas cosas, pequeñas y grandes, que disfrutaba tanto hacer en su día a día, las había hecho a un lado y su vida se había vuelto muy gris y monótona. Ella lo estaba trayendo a la vida otra vez, en todos los aspectos.

–¿Te quedas?

Preguntó Ámbar recogiéndose el cabello ya en la puerta de la habitación.

–Ya voy.

Respondió siguiéndola. Recorrieron el camino ya conocido y en la cocina casi vacía fueron para tomar mas del caldo de pollo preparado antes. Choi además tomó un par de piezas de pollo, y las comía sin dificultades, mientras que Ámbar tuvo que conformarse con solo mas caldo, el cual tomo con un plato hondo y sin cuchara, su estómago no quería recibir otra cosa y su falta de fuerzas la hizo ser más práctica con su comida. Un espectáculo inusual y un poco gracioso para Choi.

Después del frugal desayuno fueron a la parte del complejo que albergaba las canchas deportivas. La de basquetbol estaba bajo techo, parecía que como si hubieran tomado la de una universidad privada y la hubieran trasladado allí entera. Bonita, amplia, bien pintada y con gradas cómodas.

–¡Vaya! Que lindo está este lugar.

Exclamó él sonriendo al observar a detalle las instalaciones.

–Si es lindo. Enfermizamente bien cuidado.

Se quejó ella mientras odiaba la ironía de que el lugar del cual deseaba huir con todas sus fuerzas fuera también el mas lujoso y bien cuidado que había pisado en toda su vida. De inmediato notó que la sonrisa de Choi se había esfumado por su comentario y se arrepintió de haberlo dicho en voz alta.

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⏰ Last updated: Dec 09, 2023 ⏰

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Dame Palace (Choi Siwon)Where stories live. Discover now