Capítulo 15

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ARTHIT

El almuerzo no era una palabra en el vocabulario de Kongpob. Al menos, no la mayoría de los días. Hoy, agotado después de una intensa semana de cuidar a Dae por su cuenta, dedicó una hora de su tiempo a desaparecer de la oficina y desintoxicarse del estrés que era el mundo empresarial. Las previsiones no pintaban bien. Si no podía sentarse con los otros ejecutivos novatos que Warut había contratado y planificar un plan concreto con ellos, iba a suceder algo grave.

Kongpob no quería llegar a eso.

Salió por la puerta trasera, esquivando con éxito a Jisoo, la secretaria charlatana. La puerta trasera rara vez se usaba, daba aun callejón que no se mantenía muy limpio y que era utilizado principalmente por el personal de cocina de la cafetería de la planta baja, pero a Kongpob no le importaba romper con la rutina.

Ya nada de su vida era una rutina. Llegar a un punto en el que pudiera aceptar eso y seguir adelante era vital.

Además, incluso si no comía, la hora del almuerzo le vendría bien.

Kongpob miró a izquierda y derecha del callejón. A la izquierda había algunas cajas de cartón empapadas, apiladas y dejadas para descomponerse. A la derecha había un gran contenedor de basura. El callejón conducía a la calle desde cualquier dirección, pero lo que Kongpob quería más que nada era dejar algo de espacio entre él y la línea de visión de la puerta. Como un adolescente que intenta faltar a clase sin que lo atraparan, rodeó el contenedor de basura, con la intención de esconderse en el otro lado hasta que se desestresara lo suficiente como para poder volver a trabajar.

Para su sorpresa, se encontró con una cara familiar. Kyuhyun, uno de sus mejores amigos del trabajo, apoyado contra la pared al otro lado del contenedor de basura, con una bebida energética inclinada hacia sus labios. Su corbata estaba aflojada y su chaqueta de traje estaba abierta.

Parecía que llevaba allí un rato.

—¡Mierda! —Kyuhyun saltó cuando Kongpob entró en su campo de visión. La bebida energética salpicó desde la abertura de la lata. —Dios. Tenemos que poner una campanilla en esa puerta. Ha estado a punto de darme un infarto. Pensé que era Warut.

—Solo soy yo. —Kongpob se situó a su lado, apoyándose contra el muro como lo hacía Kyuhyun. La gravilla de la fachada se enganchaba en las finas hebras de su chaqueta, pero mientras no se frotara contra ella, Kongpob estaba seguro de que estaría bien. —Parece que hemos tenido la misma idea.

—Nunca te he visto por aquí antes, —comentó Kyuhyun. Bebió la bebida que se había derramado del borde de la lata. —¿Es tu primera vez o te presentas más temprano para tu puesto regular?

Kongpob rio entre dientes.

—Primera vez.

—He estado viniendo aquí desde que te tomaste tu permiso de paternidad. Las cosas se fueron a la mierda realmente rápido después de eso. Warut nos ha estado echando el aliento en la nuca todo el tiempo.

—Es bueno saber que no soy solo yo. —Kongpob miró hacia el cielo. Estaba nublado. —Quiero decir, no es que me alegre que todos los demás estén sufriendo. Es bueno saber que no estoy siendo acosado.

—No puedo decirte. Trato de mantenerme alejado estos días. — Kyuhyun sacudió la cabeza. —No tengo ni idea de lo que Warut está pensando. Es como si se hubiera vuelto loco, ¿sabes? Tal vez está celoso de que eres padre y él es un tipo soltero, malhumorado y cascarrabias acercándose a la mediana edad.

—Yo también soy un tipo soltero, malhumorado y cascarrabias que se acerca a la mediana edad. —Kongpob entrecerró un ojo y le dio una mirada bromista a Kyuhyun.

Vida de PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora