ERES MI CAMINO

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Camila Cabello estaba sentada en el pequeño escritorio fungiendo como asistente de la señorita Mars, profesora de literatura y quien le había pedido le diera horas de su vida para reclutar participantes en oratoria.

Pero aquí estaba Camila, sin un solo candidato y escuchando a algunas chicas hablar. Rodaba los ojos y negaba ante sus tontas pláticas

-Dicen que la golpeó, y que estaba tan drogada que ni siquiera lo recuerda

-Pues aún así yo si saldría con ella, dicen que es muy buena en la cama.

-Y está cagada en dinero.

Camila entrecerro los ojos. Por que ibas a querer estar con una persona así?

-Ser la novia de Lauren Jauregui es un buen papel - Dijo una rubia y con esa frase las 4 chicas se alejaron

Lauren jauregui. Claro que hablaban de esa idiota.

A Camila no le gustaba meterse en los asuntos o chismes de otras personas, pero tal como todos en la escuela secundaria Gremon sabían y conocían la popular vida de la joven jauregui.

Recordaba perfectamente el último escándalo, un profesor asistente encontró en la mochila de Lauren algunos gramos de mariguana y una pequeña bolsa con cocaina. Pero Lauren salió de dirección después de 20 minutos, sonriendo y guiñando el ojo a todos en su camino. Se rumoreaba que su padre había donado 15 mil dólares a la escuela, en esa ocasión sólo para detener cualquier acción legal, ya que en otras ocasiones siempre hacían donativos a la escuela. A los 10 minutos jauregui estaba sentada en el capo de su camioneta fumando mariguana y riéndose con 3 tipos 

Pero a Camila no le importaba la vida de jauregui, no cuando ella tenía tantos problemas en la suya.

Su madre tenía cáncer de mama, estaba en tratamiento y quimioterapias y aún que habían logrado obtener ayuda del gobierno para todo eso, aún quedaba el mantener la casa a flote. Solo eran 3, Sinuh Estrabao, la pequeña Sofía de 8 años y Camila de 16. Lamentablemente el señor Alejandro cabello, esposo y padre de ambas niñas había fallecido hace 5 años, desde ese momento sinuh hizo todo por darles buena vida a su hijas, hasta que el cáncer apareció hace 2 años.

Ahora Camila trabajaba tantas horas como podía.

Su empleo de base era en una tienda de relojes y antigüedades de la familia Dowson. Entraba a las 3 y salía a las 8 de lunes a viernes, los sábados usualmente solía ayudar en un local de jardinería durante todo el día y el domingo literalmente hacía lo qué encontrará.

Procuraba llevar 400 dólares a la semana a casa, habían reducido su consumo en servicios domésticos y sus comidas siempre eran muy sencillas procurando no gastar dinero que no tenían.

-Qué tal Cami, como vas? - a pregunto la miss

-Solo dos inscritos.

-Uff, al menos. - Suspiro la mujer - Ya es hora que te vayas, gracias.

-Hasta luego miss. - Camila fue a su última clase del día, reviso su teléfono y sonrió al ver que tenía un mensaje de sofi avisando que ya estaba en casa.

La pequeña tenía un celular viejo que usaba para estar en comunicación, no es que Camila tuviera el equipo de última gama del mercado, no, también usaba un samsung de hace 4 generaciones y que comenzaba a darle fallas.

Tomó su clase y a la hora de la salida fue por su bicicleta, el estacionamiento
Estaba repleto de estudiantes saliendo o solo conversando entre ellos, ella no tenía tiempo para eso. Empujando su bicicleta comenzó a caminar por la acera para salir del lugar asignado para las bicicletas pero un grupito de tipos de último año estaban bloqueando su paso, Camila miró a los lados viendo que no había alternativa, las jardineras altas con arbustos no le permitían cargar la bicicleta o si pero ella no podía hacer eso, no era tan fuerte.