Capítulo 1. Bien

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A los lectores que son #R (o sea que están releyendo la historia) que me dejen spoilers así sea algo muy cortito, los bloqueo:)

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A los lectores que son #R (o sea que están releyendo la historia) que me dejen spoilers así sea algo muy cortito, los bloqueo:). Dejen que los demás disfruten la lectura y no la arruinen desde el primer capítulo.

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Bien

28 de febrero, 2020

Viernes en la noche.

Lo que para muchos era un día hecho para salir de fiesta, divertirse y hacer amigos o muchas cosas más, para mí era como un martirio, y más si era el último viernes del mes, pues eso significaba convivir toda una noche con dos personas que eran tan desagradables que podrías inventar que estás enfermo solo para no asistir.

Lo pensé, enserio, excepto que mi madre me conoce bien y sabe cuáles son mis «síntomas fingidos» todo para no salir de mi cuarto. Lo que me hace pensar que soy pésima mintiendo, eso y que en realidad no investigué bien.

Perfecto

Al menos el ambiente, aunque era tenso, parecía no ser frustrante, pues nadie ha pronunciado palabra alguna desde que la velada empezó.

Mi madre es quien siempre inventa un tema de conversación para intentar llevarnos bien, mientras que mi padre ha sido más como una estatua que solo se mueve cuando echa la comida a su boca.

Algo muy normal en él, al parecer.
La mujer a su lado tiene una sonrisa entusiasta en su rostro, corta la carne en trozos iguales, con su espalda recta y modales incluso fastidiosos para cualquiera.

No hay que ser genios para saber que Lola, al ser mi madrastra quiere demostrar ser mejor que mi madre.

Y eso hace que todo sea mucho peor.

Suspiré.

Kate, su hija pelirroja tiene un interés muy notorio por odiarme, a pesar de que nunca le he hecho nada en este tiempo que lleva queriendo meterse a mi vida.

Mi padre insiste en que debemos llevarnos bien y aunque Lola la llama mi hermana, es como si ninguna de las dos pusiéramos de nuestra parte.

Nos odiamos, más específicamente.
En mi defensa, es un fastidio. Y para ella lo soy yo.

No probé bocado, sin embargo, me dediqué a cortar toda la comida que pudiera haber en mi plato para disimular un poco que no me gustaba la elección.

Bebí sorbos de agua para no dejar mi garganta seca. En eso, mis ojos se movieron de lado a lado, tratando de adivinar quién cortaría el silencio en la estancia.

Y mi madre se aclaró la garganta

Aquí vamos

La última de las estrellas ✓Where stories live. Discover now