Capítulo 26. Yo estoy aquí.

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Yo estoy aquí.

07 de julio, 2020

—¿Y no puedo saber a dónde me llevarás?

Esa pregunta había salido de sus labios tantas veces que ya había perdido la cuenta.

Por décima vez evité darle esa respuesta, pues no estaba dispuesta a arruinar lo poco que había planeado simplemente alguien no dejaba de hacer preguntas desde el asiento de copiloto.

Hoy yo había tomado las riendas, conduciendo mi propio auto con un plan en mi cabeza que no quería desperdiciar.

Ryan Cox era peor que un niño pequeño.

Ni siquiera me había dejado escoger la música que nos acompañaría durante el trayecto ya que, según sus propias palabras, yo siempre escojo cada vez que él conduce.

Así que digamos que quería que estuviéramos a mano. No discutí por eso, pero sí tenía ganas de discutir por su forma de llenar el silencio cómodo con sus preguntas.

Mi paciencia era muy poca y a veces ni siquiera existía.

Solté una bocanada de aire, deteniéndome en un semáforo.

—Dijiste que esperarías —refuté

—Sí, puedo esperar, pero no si no me dices a dónde vamos.

—¿No quieres sorprenderte?

—Me gustan las sorpresas, y más si vienen de ti —me sonrió

—¿Entonces?

—Es que... solo tengo curiosidad nada más. Mi novia no romántica me acaba de secuestrar para una cita, no puedes simplemente no darme una pista.

—Yo soy romántica, Ryan Cox —nombré a propósito—. ¿Cómo se te ocurre decir que no? Incluso ya te permito las muestras de afecto en público, ¿o debo recordarte ayer en la práctica cuando me besaste frente a todos los miembros del equipo? Yo no me enojé por ello, es más... también me gustó.

Lo oí reír

—No eres romántica.

—¡Claro que lo soy! Yo...

—No me tienes un apodo cariñoso —renegó cuál bebé—. Yo te digo bonita, a veces elefante.

—Elefante no cuenta —lo señalé sin mirarlo, mejor me centré en el camino—. Ese no es un apodo que me guste y además no me lo pusiste tú, dale las gracias a Archie y Alicia.

—¿Y lo demás? —se inclinó ligeramente—. Tu solo me dices por mi nombre.

—A veces te llamo capitán —bufé—. ¿O quieres otro?

—Otro me gustaría.

No dije nada por un instante, estaba ocupada pensando.

Los apodos eran algo demasiado cursi, y como buena lectora que soy amo las cosas cursis, por eso mismo estaba ahora conduciendo hacia un lugar apartado en el que planeaba que lleváramos a cabo nuestra siguiente cita. Como siempre, empezaba a desconocerme por mi actuar, ya que nunca fue así.

Sin embargo, podría decirse que en ocasiones es bueno cambiar, y yo definitivamente estaba cambiando por él, no solo planeaba este tipo de cosas durante el día, sino también ahora mismo me encontraba pensando en un apodo que fuese diferente para él todo porque me lo pidió.

¿Quién iba a decirlo Dani Houston?

Escuché un suspiro a mi lado

—¿Estás pensando en uno?

La última de las estrellas ✓Where stories live. Discover now