Capítulo 14. Tengo una pregunta

64.8K 4.1K 2.1K
                                    

Tengo una pregunta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Tengo una pregunta

Habían pasado treinta minutos en total.

Y no había rastro de ella.

Mi ceño se frunció al levantar un poco mi brazo izquierdo para ver allí el reloj en mi muñeca. Sí, ese era exactamente el tiempo que había pasado y ella no había aparecido por esa puerta. Estaba empezando a creer que sus clases se habían alargado o quizás tenía algo más importante que hacer.

La segunda opción fue más difícil de admitir.

Me encontraba sentado en una de las alfombras de la biblioteca, un lugar cómodo donde podías pasar el tiempo suficiente sin posibilidades de cansarte. Lo había escogido precisamente para nosotros, no solo para mí ya que no soy muy fan de la lectura y la única razón por la que vengo tan seguido es por ella.

Supongo que debo dejar de ser tan evidente.

Me llené la cabeza de una idea positiva, pensando que quizás Dani se ocupó con cosas de la universidad y llegará más tarde. Sin embargo, la idea de que no me hubiese avisado y no pretenda avisarme me dejó con una amarga sensación en el estómago.

Por eso, saqué mi teléfono de mi bolsillo y empecé a teclear en nuestro chat, uno que se había formado gracias a mi hazaña por pedir su número.

Había sido una buena jugada Cox

Yo: ¿Estás ahí?

Yo: ¿Vendrás?

Yo: No hay problema si dices que estás ocupada. Solo me gustaría saberlo.

Yo: Te espero

Borré el último, para no ser tan notorio. Simplemente me quedé allí los próximos minutos ya que no obtuve respuesta, ni muy temprano, ni ya más tarde.

De acuerdo, esto no es normal. Y por supuesto que no me lo tomaré como un tipo de venganza de su parte porque el otro día fui yo quien no se apareció. La conozco lo suficiente para deducir que ella no es rencorosa, entonces tuvo que haber tenido algún altercado o algo parecido para no asistir. Quizás es eso.

Con un suspiro, tomé mi mochila y me levanté del ligar dispuesto a irme, no antes sin dejarle un mensaje explicándole que tenía algo más que hacer, aunque fuese mentira. Había apartado toda mi tarde ya.

¿Eso me hacía más patético?

El asunto me ponía un poco nervioso.

Al salir por completo de entre los estantes logré divisar a la niña detrás del mostrador, ella pareció tararear una canción mientras ordenaba algunos libros. De repente, levantó su cabeza y me vio, esbozando una sonrisa

La última de las estrellas ✓Where stories live. Discover now