Capítulo 35. ¿Estás bien?

48K 2.9K 1.7K
                                    

¿Estás bien?

13 de septiembre, 2020

Con un suspiro, me acomodé mejor en el sillón en el que me encontraba, cruzando mis piernas para mayor comodidad. Así mismo, pasé la página y continué con la siguiente.

Al menos no había tanto ruido a mi alrededor, me estaba acostumbrando a este espacio, un poco más recóndito y con menos personas cerca. Estaba un poco lejos de la alfombra que solía usar cada vez que venía a la biblioteca.

No la volví a usar.

Me traía recuerdos dolorosos que prefería dejar atrás.

A pesar de que los días pasaran y no pudiera sacar el asunto de mi mente. Preferí mejor evitarlo para no abrumarme más con ello.

Y así como lo estaba haciendo, también estaba recuperando mi vida poco a poco, terminando de ponerme al corriente por la semana que falté y mejorando mi promedio.

No estaba dispuesta a reprobar nada en lo absoluto.

Mis ojos se movieron rápidamente de palabra en palabra, pensé que lograría terminar este libro hoy mismo, pero eso no fue así, pues antes de que continuara con mi lectura vi a la perfección a una niña pasando frente a mí con muchos libros en sus pequeños brazos.

Se le cayeron al menos tres, así que dejé todo de lado y me aproximé a ayudarle, agachándome para tomar uno por uno

—Hola —le di una corta sonrisa

—Dani, hola —me devolvió el gesto—. Lo lamento... soy pequeña.

—No te preocupes por eso —le quité otros pocos para que no se abrumara cargándolos—. ¿A dónde debes llevarlos?

—A aquel estante —señaló con su cabeza—. Ven.

La seguí, dando algunos pasos hasta que nos detuvimos. Me empiné poniendo uno por uno con absoluta facilidad, algo que seguro ella no hubiese podido hacer tan rápido.

Al terminar, ella me dio una sonrisa más grande

—Gracias.

—No te preocupes, Annie. Soy feliz de ayudar.

Volví a mi asiento en el sofá, ella caminó conmigo

—¿Te puedo hacer una pregunta personal? —cuestionó

—Claro —reí un poco

—¿Por qué tu novio ya no viene contigo? ¿Terminaron?

Sentí mi humor decaer notablemente

—Sí, eso pasó —le respondí, concentrándome en la página para no demostrar que seguía afectándome con mis expresiones—. Hace unas semanas ya.

—Oh, vaya —pareció triste—. ¿Y por qué?

—Circunstancias de la vida —me encogí de hombros, sin darle mucha importancia—. ¿Sabes? El amor muchas veces no es para siempre, o al menos no en todos los casos.

Se sentó a mi lado, hundiendo el sofá

—Pero el suyo sí.

—No... no lo creo.

—Yo creo que sí —me quitó el libro, dejándolo a un lado para captar mi atención—. Pienso que las almas gemelas cuando se reencuentran es porque están preparadas para estar juntas.

—¿Quién te dijo que...?

—Ryan me comentó que se conocían desde el instituto. Me lo dijo en una de las tantas veces que venía planeando sorpresas para ti.

La última de las estrellas ✓حيث تعيش القصص. اكتشف الآن