45. Nunca dejé de pensar en ti

1.5K 111 106
                                    

Lunes 14

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Lunes 14.30 del mediodía. Urbanización Puerta Real. Madrid

Algunos años después...

- ¿Crees que papá se enfadará, mami? 

Aurora se muerde el labio mientras pone los cubiertos en la mesa. Se ajusta sus gafas y me mira esperando mi respuesta. Es igual que Rodri. La forma de la cara, el color de ojos, hasta en la altura. Aunque la inseguridad la ha heredado de mi. 

- No, cariño. No se va a enfadar -le respondo terminando de mover el arroz. Lo tapo con una tapadera y me doy la vuelta cruzada de brazos.

- Ya...pero como a él le hubiera gustado que estudiara Económicas...

Un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Acabo de tener un dejavú. Alberto Sierra, el que era mi padre diciéndome que quería que estudiara lo que él estudió y así luego trabajar en la empresa familiar. 

- Tu padre y yo queremos que estudies lo que quieras Aurora. Y sin presiones vida mía -voy hacia mi hija y la atraigo hacia mi pecho mientras dejo que sus brazos se deslicen por mi cintura. Mi pequeña ya es toda una mujercita de 17 años. Es un trozo de pan. En eso se parece a mi. Es buena por naturaleza. 

Escuchamos la puerta abrirse y me separo de mi hija dándole un beso en la mejilla. A los pocos segundos Rodri entra en la cocina seguido de Hugo. Mi marido se acerca a nosotras y nos da unos cuantos besos.

- ¿Qué tal el fisio? -le pregunto a Rodri agarrada a su cintura.

- Júzgalo por ti misma.

Levanto mi mirada y veo que Hugo dejar una de sus muletas en una esquina de la cocina. Viene andando hacia mi, despacio, pero andando con sólo un apoyo. No puedo evitar juntar mis manos y que me escuezan los ojos. 

- ¡Oh, dios mío! -digo llevando mi mano al corazón- ¡que me da algo!

Mi hijo me sonríe y hasta que no está delante de mi no deja de andar. Lo recibo con muchos besos y lo abrazo muy fuerte. Mi hijo nació con problemas para andar. Consecuencia de nacer prematuro extremo. Cuando era un bebé caminaba muy despacio y siempre ha necesitado el apoyo de un andador, y luego de las muletas. Y sin contar las tres operaciones a las que se tuvo que someter cada cinco años. Lo miro y no puedo creerme que lo tenga delante, casi andando por si mismo. Hemos sufrido mucho con Hugo. He llorado mucho por mi hijo. Pero, como siempre, él me ha dado una lección. Por más malo que estuviera, la sonrisa nunca abandonaba su cara. Al contrario. Se lo tomaba todo como un reto más de la vida, y acababa dándonos ánimos a los demás. 

De los dos mellizos, Hugo fue el que más secuelas de nacimiento tuvo. A Aurora le tuvimos que poner gafas porque se le torcía un ojo con 4 años. Y luego sus problemas respiratorios. No muy graves por suerte. Pero, que todo fuera eso. Otras personas están peor y doy gracias cada día a que pueda tener a mis hijos conmigo. Hubo un momento que casi los pierdo y verlos ahora, así, es un milagro. 

𝑷𝒊𝒆𝒏𝒔𝒂 𝒆𝒏 𝒎𝒊Where stories live. Discover now