1. Let's Dance

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📍 Sevilla, España | 5 de Julio de 2001


Omnisciente:

El flamenco. Un baile que viene desde hace siglos con una sigilosa destreza a la hora de su acción. Los brazos, las manos, las piernas, el sonido de los tacones en los diferentes compases, la forma en que tu cuerpo se contornea haciendo todo esto, un equilibrio perfecto entre la naturalidad y la pasión de demostrar la originalidad en un tablao'.

El flamenco realmente no era una destreza como el ballet o alguna otra que tenías que seguir una serie de pasos al pie de la letra, sino que tenía algo...además de esas supuestas reglas que no se cumplen por completo; algo que hacía a Elena llenarla de adrenalina y paz al mismo tiempo.

Elena Moreau, una rebelde sin causa como la llamaría Armando, pero ciertamente a pesar de las amarradas cuerdas que tenía envueltas, algo hacía que estás se aflojaran y tocaran lo que más amaba.

El arte del flamenco.

¡Corre! ¡Corre!—exclamó en cierto susurro confidente entre ambas chicas mientras soportaban la risa de haber cometido un gran caos en uno de los salones que se encontraba en la ciudad de la facultad de Economía en la Universidad de Sevilla.

La profesora nos va a matar. ¡¿Ves lo que hacéis, tonta!?—solo se encogió de hombros al regaño de su amiga Catalina, mientras cruzaban la otra calle hacía la plaza española, donde pasaban por el puente hasta la gran fachada.

La Plaza de España, aunque era un sitio muy abierto, era fácil perderse por su gran amplitud y su similitud en algunos puntos.

Tomó su mano y la jaló, para un seguir corriendo sin antes ver si había detrás de ambas alguien que las siguieran, pero por suerte nadie, solo ellas y algunos turistas estaban de paso por el lugar.

Suspiraron en tranquilidad, parándose unos segundos en la entrada de uno de los pasillos anchos y llenos de arte musulmán, con miles de mosaicos. La morena jamás se dejaría de sorprender al ver cada detalle de ese sitio.

Vamos.

Catalina siguió a Elena quien iba decida por tal pasillo en forma de trote y se paró bruscamente, para luego ver a donde dirigía su mirada.

No me digas que...

¿No creías en mi? Tenía todo planeado.

Por el amor a la virgen del Carmen.

Sacó de la pequeña baldosa floja un par de bolsas y se las lanzó, a que rápidamente las agarró.

¿Qué es esto?

No preguntes solo...—un murmullo lejano le hizo colocarse alerta y tomó la última bolsa—Necesito un sitio donde no haya nadie, para cambiarnos.

Queens Of Noise ||  Moreau's ©Where stories live. Discover now