23. Dinner

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📍 18 de Septiembre de 2021 | Los Ángeles, USA

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📍 18 de Septiembre de 2021 | Los Ángeles, USA.

Vega P.O.V.:

5 horas de jet lag de Londres a Canadá, y ahora una hora menos de aqui a Los Ángeles. Se los juro que no sirvo para hacer giras a lo Guns n' Roses, no sirvo.

Terminé de arreglar mi maquillaje para no verme tan cadavérica del viaje de ayer para acá, y que me había levantado hace 2 horas y yo de verdad no quería ir a ningún lado.

Quería quedarme durmiendo.

En realidad querías quedarte con George que era tu almohada en todos estos días.

Si, pero eso no es el punto ahora.

Cepillé mi cabello y noté que debía hacerme otro corte, pero de verdad ahora me daba demasiado ladilla todo. Aunque todo por el almuerzo de hoy en casa de mi mamá, todo por eso.

Revisé mi outfit de el vestido floreado que me puse alguna vez hace un año, mis zapatillas blancas y mi ahora media cola que me hice. Decente, asi voy a ir. Arreglé mi desastre en el tocador solo dejando el labual hasta que escuché la puerta abrirse.

Volteé a verlo y fruncí mi ceño divertida al ver esa camisa que recordaba verla en algún lado.

—¿Nos pusimos de acuerdo para ponernos lo mismo que nuestra primera cita o...?—cuestioné con diversión y luego nos reímos.

No puede ser, somos un chiste.

Negué con mi cabeza y una sonrisa, pasando mi vista ahora al espejo para hacerme mis labios. Tomé el labial y empecé a pintarlos, con paciencia para que mi pulso no jugara esta vez en contra mía.

Cuando vi que era lo suficiente, cerré el labial y limpié el resto a los lados de mis labios, con una mirada encima de mi, quien ya sabía su responsable.

Sé que soy linda, gracias por verme, pero me pones nerviosa.

—Um, George...ven aquí—llamé y él caminó hacía mi, a lo que arreglé el cuello de su camisa mientras él me veía con detalle.

—¿En qué te ayudo?

—Necesito algo para limpiarme el labial, creo que me lo hice muy recargado.

Antes de dar el siguiente paso de su parte para buscarme una servilleta, tomé el cuello de su camisa estampado mis labios en los suyos, para después alejarme unos centímetros, sonreír de lado y volverlo a besar.

Sus manos se aferraron a mi cintura haciéndome ponerme de puntillas para alcanzarlo mejor, aunque no hizo falta ya que se encorvó un poco y pude acunar una de mis manos en su nuca para que no se alejara.

La puerta se abrió estrepetiosamente y nos separamos asustados, viendo a Sara con una mueca de asco—Iugh. Miren, los quiero, pero aún soy chiquita y sus cochinadas para allá.

Queens Of Noise ||  Moreau's ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora