16

2.2K 97 51
                                    

ADVERTENCIA ¡CONTENIDO SEXUAL! (el que me falta en mi vida)

NARRA PALOMA

Intenté relajarme por unos segundos y disfrutar del momento, pero era casi imposible hacerlo delante de tanta gente que podría ver lo que Mateo me estaba haciendo. En cambio Mateo parecía de lo más relajado, aún teniendo dos dedos adentro de mí.

- Sácame de aquí, por favor. —le supliqué.

- Dale Paloma, pensé que podrías aguantar más. ¿Sos una alumna obediente, o no es así? —soltó una risita por lo bajo.

¿Quieres jugar? De una.

- No lo sé, creo que necesito que me lo recuerde señor. —giré un poco la cabeza para ver su expresión facial. Tenía la mandíbula tensa y se le marcaba notablemente la vena del cuello.

Soy consciente de que lo que estoy haciendo está mal, pero no puedo detenerme. Y por lo visto Mateo tampoco, ya que añadió un dedo más a los dos que tenía adentro de mí. Los movía lentamente para torturarme, mientras dejaba besos en mi cuello.

Suspiré profundamente y miré una vez más a mi alrededor para ver si alguien nos estaba mirando. Nada, está gente está ciega. Vi que Yovanna nos echó una miradita, pero pasó de largo. Lo agradecí infinitamente y decidí que lo mejor era parar.

Me separé al instante de Mateo y aunque este puso resistencia finalmente lo conseguí. Creo que nos la hemos jugado demasiadas veces en el pasado y me gustaría que al menos esta vez no nos viera nadie. Agarré mi bolso para irme, pero Mateo me agarró de la mano.

- Espérame en el aparcamiento. —me dijo firme.

Salí de la sala de reuniones y tomé el ascensor, no tenía las fuerzas suficientes como para bajar las escaleras. Llegué al aparcamiento y encendí un cigarro. Caminé hasta encontrar el coche de Mateo y me senté encima del capó. Me fue inevitable no pensar de nuevo las cosas. Tenía dos opciones, respetar a mi nuevo novio e irme para casa o dejarme llevar por lo que sentía en este momento.

¿Qué hago? Piensa rápido Paloma.

- Si no estuviéramos acá, seguramente ya estarías apoyada en el capó de espaldas. —dijo Mateo sacándome de mis pensamientos.

- No sé que estoy haciendo con mi vida. —dije de la nada.

- Yo tampoco lo sé ahora mismo, pero sé lo que estaremos haciendo dentro de poco. Venga, sube al coche. —me ordenó.

- Pero... —intenté hablar, pero Mateo me ignoró por completo. Abrió la puerta y me clavó su típica mirada dominante.

- Que subas al coche. No lo voy a repetir más veces.

Le eché una miradita asesina y finalmente entré, no sin antes recibir una palmada fuerte en el culo. Él entró a los pocos segundos y arrancó el motor sin dirigirme ninguna palabla. No sabía muy bien a donde íbamos, pero confiaba en él. A pesar de todo, sigo confiando en él.

- ¿No vas a decirme nada? —pregunté ansiosa.

Me miró por unos segundos que se hicieron infinitos y finalmente volvió a mirar la carretera. Y entonces recordé nuestros primeros encuentros, cuando yo hacía cualquier cosa para llamar su atención y me reí por dentro.

- Estoy muy mojada. —suspiré. No respondió al instante, pero sí que se dignó a hacerlo después de unos segundos.

- Lo sé. —respondió aún sin mirarme.

Como noté que no iba a sacar nada más de él, decidí recurrir al plan B. ¿Qué haría la antigua Paloma en este caso?

Sin pensarlo llevé mi mano a su pierna. Le di un apretón y finalmente decidí acariciar su pija por encima del pantalón.

- Ni se te ocurra. —me dijo casi suplicando.

- ¿No que no tenía muchas ganas de hablar, profesor? —le pregunté de forma maliciosa. — Intente centrarse en la carretera, por favor.

Desabroché mi cinturón de seguridad, eché la silla para atrás y con cuidado me puse de rodillas. Bajé el cierre de sus pantalones y me llevé una bofetada.

- Para. —dijo con firmeza.

- No pienso hacerlo. —me reí y me llevé otra bofetada.

Era el momento perfecto, ya que Mateo no podía parar al estar conduciendo por la autopista. La próxima salida estaba a 37 km, tenía tiempo de sobra para jugar con él.

Agarré su pija y le di un besito en la punta. Mateo suspiró y se desvió un poco del carril.

- Por favor profesor, no quiero morir tan joven. —le dije riéndome. Quitó una mano del volante, me agarró fuerte del cuello y me miró por unos segundos.

- Enséñame lo que sabes hacer con esa boquita.
















Hola maricas 🍆

Hace dos años que no escribo nada, no sean muy durxs conmigo. Me emocioné demasiado al ver que hay gente que sigue leyendo esto, gracias desde lo más profundo de mi pusSy.

Besos en la cola 💞

Voten y comenten si quieren más, ya saben lo que viene a continuación 😏

Cuando llegue a 50 votos subo otro. (nunca llegará xd)

Si quieren que me pase por sus novelas repórtense aquí, estoy muy perdida.













Estoy muy nerviosa porque no sé si les gustará ay 👉🏼😩👈🏼

𝐏𝐚𝐥𝐨𝐦𝐚 𝐈𝐈𝐈; 𝐓𝐑𝐔𝐄𝐍𝐎 Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora