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No hagas ruido Paloma, ¡NO HAGAS RUIDO! Maldita sea, se me cayeron las llaves.

Son las cuatro de la mañana y justo ahora he llegado a casa. Si no tuviera clases mañana seguramente me habría quedado en la casa de Zeus, pero tengo todas mis cosas acá.

He pasado el fin de semana en su casa. Hasta he conocido a su hermanita más pequeña, es un amor y por lo que tengo entendido le caí bien.

No quiero despertar a Nicole, así que estoy intentando no hacer ruido mientras subo las escaleras. Saqué mi llave del bolso y abrí con cuidado.

Espera, esos son ¿gemidos?

Al abrir la puerta me encontré a Nicole en el salón de rodillas mientras le hacía un pete a Ivo.

- Lo siento, yo me voy... -dije apenada dirigiéndome a la cocina.

- ¡Te puedes unir! -dijo Nicole alzando la voz e Ivo soltó una risita.

No Paloma, no hagas tonterías.

Me puse a hervir el agua para unos mates y me encendí un cigarrito mientras esperaba que esos dos acabaran.

¿Es normal que esté un poco celosa porque Ivo se está cogiendo a mi muj...a Nicole?

- ¡Ya terminamos wacha! -dijo Ivo y se rieron los dos a la vez.

- He hecho los mates. -dije mientras escuchaba como sus pasos se iban acercando a la cocina.

Estaban sudados y Nicole tenía el maquillaje corrido. Aún así estaba muy linda la hija de puta.

Nos tomamos los mates en silencio mientras Ivo se enrolaba un porrito. Nos lo fuimos pasando hasta que Nicole habló.

- ¿Volvieron? -me preguntó atravesándome con la mirada.

- No. -negué con la cabeza y una sonrisa apareció en su cara.

- ¿De qué hablaron entonces? Vi que estuvieron en su coche un buen rato.

- ¿Nos espiaste? -pregunté un tanto divertida.

- Sí, ¿por? -dijo como una niña pequeña.

- Yo me tengo que ir. Nos vemos mañana beba. -dijo Ivo dándole un beso de despedida.

- Cuídate bebé. -le respondió ésta.

- Buenas noches. -le dije sonriente y me devolvió la sonrisa antes de irse.

- Volvamos a lo de antes, ni sueñes que dejaré que te vayas a dormir antes de contarme absolutamente todo.

- ¿Por qué mejor no cojemos y dejamos de hablar? -dije para cambiar de tema.

- Eso después. - se mordió el labio - Ahora sí, dime que pasó.

Le conté todo lo que había pasado con Mateo y ella me escuchó atentamente para no perderse ningún detalle.

- ¿Entonces todo fue una trampa? -preguntó sorprendida.

- Sí... -suspiré.

- ¿En serio te dijo que te amaba? No boluda, debería estar enfadada...pero estoy emocionada. -dijo soltando una risita.

- ¿En serio? Pensé que me ibas a matar.

- A vos no, a Mateo probablemente sí si te vuelve a hacer daño.

- No hemos vuelto boluda. -le dije seria.

- ¿Ya no hay sentimientos de por medio o qué?

- No lo sé. -mentí.

- A mí no me mientas Paloma.

- Sí, sí hay algo, pero estoy cansada de tener problemas.

- Te entiendo, pero creo que lo mejor es ser sincera con vos misma.

- Es lo que estoy haciendo, por eso creo que lo mejor sería alejarme y olvidarlo.

- No, yo no te creo. Es más, creo que aún lo quieres, pero te da miedo aceptarlo.

Me quedé en silencio, no sabía que decirle realmente. Una parte de mí me dice que lo que hice está bien, pero la otra aún pide a gritos que lo llame y que volvamos a ser como antes.

- ¿Con Zeus como van las cosas? -preguntó para cambiar de tema.

- Bueno, esto... Eeeh, somos novios.

- ¡¿Que son qué?! No Paloma, no.

- ¿Por qué no? Pensé que te caía bien.

- A mí Palacios bien no me cae, pero ese tipo, Zeus, esconde algo.

- Estás siendo muy paranoica. -solté una risita.

Poco sabía que realmente tenía razón.

𝐏𝐚𝐥𝐨𝐦𝐚 𝐈𝐈𝐈; 𝐓𝐑𝐔𝐄𝐍𝐎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora