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NARRA PALOMA

Situación n° uno: Tengo a Mateo detrás de mí, tan fachero como siempre, jugando con el borde de mi falda mientras me susurra groserías al oído.

Situación n° dos: Hay gente a nuestro alrededor que nos puede mirar y darse cuenta de lo que estamos haciendo.

Espera... ¿Qué estamos haciendo?

La primera opción sería decirle que parase y alejarme de él para evitar una situación embarazosa.

La segunda opción es mandarlo todo a la mierda y dejarlo que siga con lo que sea que quiera hacer.

¿En serio lo vas a dejar que te coja delante de todos tus compañeros? —preguntó mi subconsciente.

La respuesta es más que obvia. Aunque quisiera alejarme nunca sería capaz de hacerlo. Mateo provoca en mí lo que nadie es capaz de hacer.

- Deja de pensar en el gil ese. —me dijo en voz baja.

¿El gil? Ah sí, mi novio. Es verdad je je.

- No estoy pensando en nadie. —dije seria, aunque mi tono de voz quebrado me estuviera delatando.

- ¿Seguro? —me preguntó cerca del oído.

Acto seguido pasó su lengua por mi cuello hasta llegar a mi oreja y morder mi lóbulo. Volvió a atacar mi cuello y a morderlo sin piedad alguna.

Su lengua recorriendo mi piel. Sus dientes acariciádola con firmeza. Su mano apretando mi culo. Su respiración acelerada chocando con mi cuello. Imposible resistirse.

- Solo en nosotros. —murmuré muy flojo, aunque sé que el hijo de puta me eschuchó a la perfección.

Miré su rostro por unos segundos y sonreí al ver su sonrisa llena de satisfacción. Apoyó su mentón en mi hombro y como todo un descarado clavó su mirada en mi escote.

Apartó sus manos de mi culo y las deslizó lentamente por mi abdomen hasta llegar a mis tetas.

Miré a mi alrededor y me di cuenta de que nadie nos estaba mirando realmente. Qué alivio.

- ¿Puedo? —preguntó al llegar con sus manos al borde de mi corpiño.

- Sí. —susurré.

Deslizó sus manos por debajo de este y le dio un apretón a mis tetas. Suspiré al sentir como jugaba con mis pezones, retorciéndolos entre sus dedos delicadamente.

Sé lo que quiere. Volverme loca para que suelte algún ruido extraño que llame la atención de mis compañeros. No lo logrará.

Siguió acariciado mis tetas con una mano mientras que la otra viajaba lentamente hasta mi parte trasera de nuevo.

No tienes ropa interior estúpida. — gritó mi subconsciente.

Es verdad, recién caigo en que el maldito me la rompió y como si nada se la metió en el bolsillo.

Le dio un último apretón a mi culo para luego irse directamente hacia mi feminidad.

Pasó sus dedos por mis pliegues y soltó una risita al notar lo mojada que estaba. Maldije mil veces en mi mente por ser tan débil, pero finalmente me relajé y dejé que mi cabeza cayera un poco hacia atrás para disfrutar de todo el placer que me estaba dando.

- No sabes cuanto me estoy esforzando por no cogerte ahora mismo. —me dijo con su respiración acelerada.

Solté una risita al ver su cara de frustración, pero mi expresión cambió totalmente al sentir como introducía dos dedos dentro de mí.

Jadeé y arqueé un poco la espalda. Mateo hundió de nuevo su cara en mi cuello y empezó a besarlo mientras seguía penetrándome con sus dedos.

Quiero irme para poder gritar fuerte y no tener que abstenerme a causa de mis compañeros.

Dale Paloma, sé que quieres.

- Sácame de aquí, por favor. —le supliqué.










Lo saqué sin ediarlo, fuckkk.

Bueno, lo hice por los 400 suscriptores 💅🏼❤

𝐏𝐚𝐥𝐨𝐦𝐚 𝐈𝐈𝐈; 𝐓𝐑𝐔𝐄𝐍𝐎 Where stories live. Discover now