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NARRA MATEO

Antes de que se fuera la agarré del brazo. Se escapó de mi agarre al instante y me miró con ganas de pegarme.

- Paloma, necesitamos hablar, por favor. -le supliqué.

- Primero, no me vuelvas a tocar en tu vida imbécil. Y segundo, vos y yo no tenemos absolutamente nada de que hablar.

- ¿En serio me cambiaste por este gato? -le pregunté mirando al otro, pero me di cuenta de que la cagué al instante.

Empezó a reírse sarcásticamente en mi cara.

- ¿Desde cuando tenés derecho de reclamarme algo gil? Sos una mierda, ándate de aquí.

- No me voy hasta que no hablemos. A solas, sin nadie más. -dije mirando al pibe que estaba apoyándose en el coche, un poco alejado de nosotros.

- Él se queda conmigo, ya te dije que no tenemos nada de que hablar.

- ¿Cómo vas a estar con otro si nosotros dos nos amamos? Dame la oportunidad de explicarte todo lo que pasó y luego si quieres podes juzgarme.

- ¿Nosotros dos nos amamos? Te corrijo, te amaba. Zeus, bebé, vámonos. -le dijo al pibe y este se acercó a ella para darle la mano.

Me quedé de piedra viendo como se alejaban ante mis ojos. Tragué saliva para quitarme el nudo que tenía en la garganta, pero no funcionó.

Mis lágrimas empezaron a salir empapándome toda la cara. ¿Ella ya no me ama?

No pasó tanto, fueron solo dos semanas de mierda. Es imposible que ella ya no sienta nada por mí.

Dios, necesito irme ya a mi casa, pero no puedo. Me falta dar una clase y para el colmo ya tardé como diez minutos.

Me limpié las lágrimas y empecé a caminar rápidamente hacia el aula. Antes de entrar me crucé con Ribba que me miraba con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Qué onda profe? ¿Todo bien?

- No tengo tiempo para tus tonterías, entra al aula y deja de hincharme las pelotas. -le dije serio.

- ¿Ya se olvidó su perrita de vos? ¿Tan poco duró su amor? -preguntó burlándose.

Sentía como me hervía la sangre y como en cualquier momento terminaría metiéndole un puñetazo.

Me calmé y entré al aula. Los alumnos me saludaron como siempre y yo entoné un simple 'Hola' en voz baja.

Ribba entró detrás de mí y lo expulsé. Toda la gente empezó a mirarme mal y pude escuchar como Alex susurró 'Está de mal humor hoy eh'.

Suspiré y me limité a ponerles tarea para que no me hicieran muchas preguntas.

- ¿Ha corregido los exámenes? -preguntó Carmen, una de mis alumnas.

- Ahora lo haré, todos tendrán buenas calificaciones, no se preocupen. -dije y todo el mundo empezó a aplaudir.

Al llegar al examen de Ribba me puse a buscar el máximo de errores posibles y le clavé un dos.

Te pasa por hacerte el piola.

Paloma no se ha presentado, pero igual voy a ponerle un nueve. Me vale si alguien tiene algo que reclamarme, puedo hacer lo que me salga de las pelotas.

La clase se acabó y agarré mis cosas para irme. Antes de hacerlo encontré una nota que Paloma me había escrito hace un mes.

Por aquel entonces estaba repasando para las pruebas que todo profesor tiene que dar para poder seguir dando clases.

Son muchos exámenes que incluyen casi toda la materia, así que estaba bastante agobiado.

Lo abrí con cuidado y empecé a llorar de nuevo al leerlo, ella siempre se preocupaba por mí.

"Hola amor. Veo que has llegado al tema 9, te falta muy poco para acabar. No te des por vencido, sé que sos capaz de esto y mucho más. Te quiero."















Holis amores ❤

Puede que suba otro, no sé.

𝐏𝐚𝐥𝐨𝐦𝐚 𝐈𝐈𝐈; 𝐓𝐑𝐔𝐄𝐍𝐎 Where stories live. Discover now