14

4.5K 219 149
                                    

3/3

Me despedí de mi novio y me bajé de su coche al llegar a la facultad. Habían pasado un par de semanas desde cuando no he vuelto a pisar este sitio.

Tampoco es que lo extrañase mucho.

- ¡Aaaah! —grité de la emoción al ver a mis amigas después de tanto tiempo.

- ¡Paloma puta! —gritó Yovanna mientras corría hacia donde estaba yo sentada.

- ¡Puta no, maldita zorra! —gritó Marta.

Cómo las había extrañado.

Nos dimos un abrazo de grupo y nos sentamos en el banco. Saqué mi paquete de tabaco y lo compartí con ellas.

- Han pasado quince años. —dijo Marta.

- Ay qué exagerada sos amiga. —nos reímos a la vez.

- ¿Con Zeus todo bien? ¿Cuándo nos lo vas a presentar? —preguntó Yovanna.

- Este sábado si les parece. —dije sonriente.

- Perfecto beba. —dijo Marta aplaudiendo.

- Todavía no me puedo creer lo que hizo la vieja esa. —dijo Yovanna refiriéndose a la zorra de la señora Hills.

- Ya da igual todo, no quiero amargarme más pensando en eso. —negué con la cabeza.

- Hablando de eso... —dijo Marta al ver que Ribba se acercaba a nosotras.

No sé que pretende, pero si quiere pelea puedo asegurarle que la va a tener. Le voy a meter una paliza que no se levantará en su vida de la cama.

- Hola. —dijo un poco nervioso.

- ¿Qué quieres? —puse los ojos en blanco.

- Quería hablar con vos Paloma, si me lo permites. —agachó su cabeza.

- ¿Sobre qué? Deja ya de joderme Ribba. —le dije con una mueca de asco.

- Por favor. Sé que no me lo merezco, pero te lo ruego.

- Bueno, habla.

Miró a mis amigas por unos segundos, como si esperara que se fueran. Pobre iluso.

- Quería pedirte perdón por haberte tratado mal y por todas las cosas que te hice. No te merecías nada de eso y estoy realmente arrepentido por todo.

¿A éste qué le pasa?

- He estado yendo al psicólogo y me estoy medicando, por si piensas que estoy bromeando. Solo quiero que sepas que lo siento mucho y espero que puedas perdonarme. Ahora sí, que tengan un lindo día.

Se dio la vuelta y se fue como si nada. Si hay algo que nunca me hubiera esperado es definitivamente esto. Dani parecía que me odiaba, pero me alegro de que ahora esté mejor.

- Sin comentarios. —dijo Marta sorprendida.

- Cuando piensas que este año no puede sorprenderte más. —dijo Yovanna soltando una risita.

- Tenemos que irnos a la reunión que están haciendo en la sala 13A. —dijo Marta al mirar su reloj.

Nos levantamos las tres y salimos corriendo para no llegar tarde, pero como siempre, toda la gente ya estaba ahí.

- Van a tener que quedarse de pie ahí atrás. —dijo el señor Olivares y asentimos las tres.

No, por favor Diosito. Sí, Mateo estaba ahí atrás y no sé como tuve la suerte de ponerme en frente de él. Ignóralo Paloma.

- Estamos muy contentos de tenerlos acá con nosotros. Para este año tenemos varias reformas en mente, así que les pido máxima atención. —dijo la señora Hills y me entraron ganas de tirarle un zapato para que se callara.

- Estás preciosa beba. —susurró Mateo, pero pude oile perfectamente.

Decidí seguir ignorándolo, pero noté como se acercaba cada vez más a mí por detrás.

Me estremecí por completo al sentir como pasó sus dedos por mi pierna y como jugaba con el borde de mi falda.

- Te extrañé demasiado. —me susurró ahora cerca del oído.

Intenté dar un paso adelante, pero me sujetó con fuerza para que no lo hiciera. Sentí algo duro presionado contra mi culo. Su pija.

- ¿La sientes, no?

Levantó un poco mi falda y metió una mano por debajo. Jugó un poco con el hilo de mi tanga y luego lo estiró.

- Respóndeme o lo rompo.

- Sí, sí la siento. —dije y estiró con fuerza hasta romperlo, a pesar de haberme prometido que no iba a hacerlo.

Miró alrededor para ver si alguien nos estaba observando y lo guardó en el bolsillo como si nada.

- Te amo Paloma, no aguanto más estar sin vos.

- Mateo, para. Tengo novio. —le dije y sentí sus dientes clavándose en mi cuello. Reprimí los gemidos que querían salir de mi boca, pero me estaba costando cada vez más.

- Te voy a coger tan duro que no podrás caminar por una semana.













Aquí lo dejo maricas.

Ay lo que se viene *se emociona*.

𝐏𝐚𝐥𝐨𝐦𝐚 𝐈𝐈𝐈; 𝐓𝐑𝐔𝐄𝐍𝐎 Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt