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CONTENIDO ALTAMENTE SEXUAL. (que puede causar terremotos en tu ano). SIGAN LEYENDO POR SU CUENTA, YO AVISÉ.

NARRA MATEO

“¡Céntrate en la carretera Mateo!” seguía sonando en mi cabeza sin parar. Era casi imposible no desviar la mirada, aunque estuvieran en juego nuestras vidas. Ya me imagino las noticias por la tarde “Muere un joven profesor y su alumna en un accidente de coche, mientras esta estaba realizando manualidades”.

- Con gusto papi, te voy a dejar seco. —me dijo mirándome a los ojos.

Agarró mi pija con firmeza y la escupió varias veces. Se la metió hasta el fondo de la garganta atragantándose con ella sin parar. Empezó a masturbarme rápidamente y a chuparme los huevos al mismo tiempo.

- Me... encanta... su... pija .... profesor. —dijo mientras se la metía y se la sacaba de la boca.

Sujeté con fuerza el volante con la mano izquierda y decidí bajar la derecha para ayudarla. La agarré fuerte del pelo e hice que se ahogara con ella por unos segundos.

- Así me gusta, una puta obediente. —dije al sentir mi pija tocando fondo.

- Ahógame con ella, por favor. —suplicó y al intante volví a empujarle la cabeza hasta el fondo.

Me estaba volviendo completamente loco al ver lo caliente que estaba. La miré por un segundo y noté como tenía el maquillaje corrido por las lágrimas. Céntrate en la carretera Mateo.

- Mírame. — así lo hizo — Abre la boca—le ordené. Abrió la boca y le escupí. Sonrió satisfecha y volvió a escupirme la pija y a chuparla con ganas.

Mi cara se iluminó por completo al ver la salida de la autopista. La tomé sin pensarlo y me tranquilicé un poco al darme cuenta de que faltaba poco para tomar el control de nuevo.

- Quiero correrme en tu boca. —le dije al sentir que estaba cerca y ella asintió.

Aumentó el ritmo y mi semen salió disparado, llenándole la boca por completo.

- Mira papi. —me dijo con mi semen todavía dentro de la boca. Empezó a hacer gárgaras con mi leche y me quedé sin palabras.

Finalmente se lo tragó y se volvió a sentar en su asiento como si nada hubiera pasado.

- Auch. —dijo señalando sus rodillas.

- Te lo compensaré. —le dije todavía sin asimilar lo que pasó.

Sacó unos pañuelos húmedos de su bolsito y se limpió el maquillaje corrido en el espejo. Llegamos a un bosque y paré. Supuse que era un buen sitio para estar alejados de todo el mundo.

Salí del coche y le abrí la puerta, dándole la mano para que se levantara. La tomé en mis brazos y después de tanto tiempo nuestros labios volvieron a encontrarse en un beso apasionado. La senté encima del capó y le quité la camiseta junto con el corpiño, dejando sus tetas al aire.

Las agarré con firmeza y les di un apretón fuerte. Ella soltó un jadeo que se trasformó en un gemido al pasar mi lengua cálida por uno de sus pezones. Lo mordí un poco, sin dejar de jugar con el otro.

- Por favor. —suplicó.

- ¿Qué quieres que haga, pequeña?

- Cójeme, no aguanto más. —nuetras miradas se unieron de nuevo y ella se mordió levemente el labio.

Agarró mi camisa con tanta fuerza que logró romper los botones, tomándome completamente por sorpresa.

- No, no, no. Te estás portando muy mal Paloma. —negué varias veces con la cabeza.

Deslicé mi mano por su abdomen hasta llegar a su feminidad. La acaricié un poco por encima de la tanga y ella suspiró profundamente.

- Y encima estás tan mojada. —agarré el hilo finito y tiré con fuerza hasta romperlo.

Ella abrió aún más las piernas y deslizó suavemente su mano hasta llegar a su feminidad. Se la quite al instante y me echó una miradita asesina.

- Date la vuelta y ponte en cuatro. —ordené, pero ella se quedó quieta. — ¿Me has escuchado? —le di una bofetada para que se portara como se debe.

- Sí señor. — suspiró.

Me quite la corbata y le até las manos con ella. Me quité la camisa, la tiré por ahí y entonces recordé que todavía tenía su tanga en la mano.

- Abre la boca. — así lo hizo y aproveché para tapársela con su tanga. Ella intentó decir algo, pero no lo logró. —Así me gusta, calladita.

Me quité el cinturón y bajé el cierre de mis pantalones, dejando por fin al aire mi pija que estaba por explotar. Me acerqué más a su feminidad y empecé a deslizarla por sus pliegues, hasta posicionarla en su entrada.

Sin previo aviso se la metí hasta el fondo, haciendo que soltara un grito ahogado y que pusiera los ojos en blanco, volviéndome completamente loco. La agarré del pelo y empecé a moverme cada vez más rápido, disfrutando de como se estaba retorciendo de placer.

- ¿Se siete bien mi pija adentro, Paloma? —le di una palmada en el culo y soltó un chillido.

Ella asintió frenéticamente, convenciéndome de esta forma que le quitara el tanga de la boca para poder escuchar sus poderosos gemidos. La agarré del cuello, haciendo que se levantara de su posición. Se puso de rodillas hasta que nuestros cuerpos sudorosos se rozaron.

- Por favor, no pares. —suplicó mientras seguía empotrándola por detrás.

Paré por unos segundos y soltó un grito de frustración. Le desaté las manos y le di la vuelta, quedando en una especie de misionero. Volví a penetrarla hasta el fondo, llenándola por completo. Llevé mi mano a su feminidad para masturbarla y puso los ojos en blanco de nuevo. La agarré del cuello y noté como sus paredes se estrechaban, estaba muy cerca de correrse.

Saqué mi pija y la reemplacé por mis dedos, hundiéndolos hasta llegar al punto que la volvería loca. Sus piernas empezaron a temblar descontroladamente y un chorro salió disparado, mojándome el torso.

Se tomó unos segundos para recuperar la respiración y agarró mi pija para masturbarme mientras seguía mirándome a los ojos.

- Me voy a corr... —no pude acabar la frase porque mi semen salió disparado, mezclándose de esta forma con sus flujos vaginales.

Me regaló una sonrisa tímida
, puso sus manos alrededor de mi cuello y atacó mis labios que pedían a gritos este encuentro. Llevé mis manos a sus caderas y pegué nuestros cuerpos por completo.

- Te adoro. No. Mejor dicho, te amo. —le dije con la respiración aún entrecortada.

- Yo también te amo mucho, Mateo. —dijo mirándome a los ojos.

Ring Ring. Ring Ring. Su teléfono no paraba de sonar, estropeando un poco de esta manera el momento. Miramos los dos a través de la ventana para ver de quién carajo se trataba.

Zeus, su noviecito.




















Hola maricas.

Este capítulo es para todas las golosas 😏

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Lo prometido es deuda. Cuando este llegué a 50 votos subo otro. Mil gracias a todas las maricas lindas que votan y comentan ❤

𝐏𝐚𝐥𝐨𝐦𝐚 𝐈𝐈𝐈; 𝐓𝐑𝐔𝐄𝐍𝐎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora