06

4.1K 205 130
                                    

NARRA MATEO

Necesito encontrar a Paloma y explicarle todo lo que ha pasado realmente.

Entiendo que no me haya querido escuchar, pienso que hubiera hecho lo mismo en su situación, pero eso no quito las ganas que tengo pegarme un tiro ahora mismo.

En ese momento pensé que esa era la única solución, pero ahora que estoy un poco más tranquilo y puedo pensar con claridad me doy cuenta de que igual podría haberlo solucionado de otra manera.

Llevó buscándola por varios días, hablé con sus amigas pero me dijeron que no saben nada sobre ella.

Lo dudo mucho, pero es entendible que no me lo quisieran decir. Todo el mundo piensa que soy un hijo de puta, hasta mis padres.

No se me ocurre donde podría encontrarla y no quiero llamar a sus padres para no alarmarlos ya que su hija lleva dos semanas sin venir a la facultad.

Llamé hasta a Nicole y me dijo que no sabía donde estaba. Eso sí, sabía lo que había pasado y no dudo mucho en insultarme durante los dos minutos que hemos estado hablando.

Los días ya no tienen sentido si no me despierto a su lado. Extraño demasiado su sonrisa, sus ojos, su boca. Hasta los momentos en los que me puteaba.

Si tenía alguna duda de que ella no era el amor de mi vida, ahora se ha esfumado por completo.

- ¡Mateo, hola! ¿Estás aquí? —dijo Cami burlándose.

- ¿Eh? Sí, perdón. Me quedé colgado.

- No me digas, no me había dado cuenta. —rodó sus ojos.

Estamos en la cantina de la facultad, tomando el almuerzo. Lo han trasladado a esta facultad, así que ahora podemos vernos durante todo el día.

- ¿No piensas que sería más fácil explicarle todo por mensaje de texto ya que no quiere hablar con vos y no parece que vuelva a dar clases por lo pronto?

- No Cami, estas cosas no se hablan por mensaje. Necesito hablar cara a cara con ella para que me crea.

- Bueno campeón, pero al menos deja de portarte como un adolescente puberto y báñate.

- Me he bañado pelotudo.

- No lo parece. Ni por casa me pongo esa ropa.

- Discúlpame, no sabía que eras un modelo de Calvin Klein. —le dije sarcásticamente.

- No es eso tarado. Dudo que a Paloma le guste verte así, desaliñado y sin ganas de vivir.

- Estoy haciendo todo lo posible para estar bien, pero me cuesta. ¿Tan difícil es entenderlo?

- Baja dos cambios.

Lo ignoré por completo y me levanté para llevar la bandeja con la comida intacta de vuelta al mostrador.

Me falta dar la clase con el grupo de Paloma y luego podré irme a mi casa para estar solo y despejarme de todo lo que está pasando a mi alrededor.

Fui al despacho para tomar el libro necesario para el curso de ahora y me encontré con la señorita Hills.

Creo que me saludó, pero la ignoré como llevo haciendo desde hace dos semanas.

Antes de ir al aula decidí fumarme un cigarro en mi coche para que nadie me moleste.

Al salir vi que alguien había aparcado el coche en frente del mío. Un pibe salió y se fue directamente a abrile la puerta a la chica que estaba sentada en el asiento de delante, a su lado.

Decidí no prestarle más atención a esa escena, pero algo se revolvió dentro de mí al ver como se besaban.

Y no, no me importaba en lo más mínimo que lo hicieran en frente de mí.

El problema es que esa mina era nada más y nada menos que Paloma.














Holis.

𝐏𝐚𝐥𝐨𝐦𝐚 𝐈𝐈𝐈; 𝐓𝐑𝐔𝐄𝐍𝐎 Where stories live. Discover now