CONTENIDO EXPLÍCITO, ALERTA DE DESGASTE DE LÍQUIDO VAGINAL.
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Me puse en cuatro en el suelo, estirando mi culo hacia atrás dándole una vista perfecta.
Nicole se levantó y se sentó en el borde del sofá. Llevó su mano a mi culo y lo acarició, deslizando sus dedos hasta llegar a mi concha.
- Estás muy mojada. —suspiré al sentir como deslizaba uno de sus dedos dentro de mí — Y muy apretada.
- Dale Nicole, no aguanto más. —jadeé.
Añadió uno más y empezó a moverlos lentamente. La hija de puta sabía cuanto lo necesitaba, por eso quería hacerme esperar.
Se levantó con cuidado y me miró por unos segundos.
- Vamos a mi cuarto, necesito más espacio.
Asentí y me levanté. Me dio la mano y nos fuimos hasta su cuarto. Dejé caer mi cuerpo en la cama atrayéndola hacia mí para que cayera encima.
Nos besamos de nuevo y gemí en su boca al sentir como frotaba su concha con la mía.
- Abre la boca. —me ordenó.
Lo hice y me escupió adentro. Se lo devolví en la cara y me metió una bofetada.
¿Ya dije que me encanta esta mujer?
Se separó para ponerse de pie y la miré confundida, no quería que parara.
- Ponte en cuatro.
Asentí y me levanté para hacer lo que me había pedido. Abrió uno de los cajones de su armario y sacó una fusta más grande que la que había usado en su anterior casa.
Una sonrisa maliciosa apareció en su cara dándome a entender que iba a dejarme el culo en llamas.
Me agarró del pelo y sentí como me daba el primer azote seguido de otro aún más fuerte.
- ¡Ah! —solté un grito de dolor.
Siguió azotándome por unos minutos más y aunque dolía, no era tan bruta como Mateo.
- ¿Qué quieres? Si no me lo pides no lo haré Paloma.
- Quiero sentarme en tu cara puta. —dije y recibí un último azote.
Tiró la fusta y se acostó a mi lado en la cama. Me levanté con cuidado, no tenía mucha estabilidad en las piernas.
Me senté en su cara de espaldas, estampando mi concha contra su boca.
Gemí al sentir como deslizaba su lengua por esta. Empecé a moverme encima de ella sin piedad, disfrutando de los jadeos que salían de su boca.
Abrí sus piernas al máximo para poder jugar un poco mientras disfrutaba de como me lo comía.
Pasé mis dedos por su concha y empecé a moverlos alrededor de su clítoris.
Nicole llevó sus manos a mi culo para apretarlo y aumentar aún más el ritmo de su lengua.
Introduje dos dedos y los moví rápidamente mientras que con la otra mano acariciaba su clítoris.
Me agaché un poco hasta que mis labios estaban rozando su feminidad. Nicole seguía comiéndome la concha, así que empecé a hacer lo mismo.
- ¡Dios Paloma, no pares! —gritó fuerte.
- Qué bien sabes hermosa. —le dije mientras introducía mi lengua en su interior.
Le metí un dedo por el culo y seguí lamiendo su clítoris mientras seguía moviéndolo.
- ¡Ah! —soltó un gemido y sus piernas empezaron a temblar.
Las apreté con firmeza y empecé a moverme en su cara hasta que finalmente sentí que estaba a punto de correrme también.
Llevé dos dedos para masturbarme rápidamente y a los pocos segundos un chorro salió disparando en su cara.
Nicole abrió la boca para tragárselo. Intenté regular mi respiración y me levanté para luego hundir mi cuerpo entre las sábanas.
Se acercó a mí y puso su cabeza en mi pecho y una pierna por encima de mi cadera.
- Fue increíble. —suspiré.
- Sí, tenemos que repetirlo. —me dijo sonriente y asentí.
Entonces escuchamos como alguien tocaba el timbre varias veces y me levanté sobresaltada de la cama.
- Zeus.
Un poco X los garches, pero bueno. No estoy muy inspirada que digamos, sepan perdonar.
