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- ¿Le pasó algo al bebé?

Ella se quedó en silencio y no entendía el porque de su reacción.

- Este...a ver, es un poco complicado. —soltó una risita forzada.

- Puedes confiar en mí tranquila, no se lo diré a nadie.

- ¿Prometes que no te vas a enfadar conmigo? Es que fui una imbécil.

- Nicole, no me voy a enfadar con vos.

- Ese bebé nunca existió Paloma.

Mis ojos se abrieron de una forma exagerada y no sabía si reírme, sorprenderme o quedarme simplemente callada.

- ¿Cómo?

- Es que yo no quería que Teo se fuera de mi lado, así que inventé eso. Quise decírtelo la última vez que nos vimos, pero pasaron otras cosas y ya sabes. —dijo soltando una risita nerviosa.

- Bueno, no te juzgo. Es normal que quisieras quedarte con tu hombre...

- ¿Entonces no estás enfadada? —preguntó sorprendida.

- No, para nada. Solo pienso que estás loca, pero yo también podría estarlo.—nos reímos a la vez.

- Me quedo mucho más tranquila ahora que lo sabes. Gracias por entenderme.

- Gracias a vos por ayudarme en ésta situación.

- Lo hago con gusto, puedes quedarte aquí el tiempo que quieras beba. —me dijo mordiéndose el labio.

Mi mirada bajó a sus pechos que estaban casi descubiertos, pero reaccioné al instante y volví a mirarla a la cara.

- ¿Cómo van las cosas con Ivo? —pregunté al ver que él no estaba en su casa.

- Bueno, no sé. No somos nada oficial, solo cogemos de vez en cuando y a veces se queda a dormir en mi casa.

- ¿Pero te gusta?

- Sí, me encanta pasar tiempo con él. Lo que pasa es que llegué a la conclusión de que aún soy joven y no tengo porque volver a atarme a un hombre de nuevo.

- Es lo mejor, todos son una mierda. —dije y soltó una risita.

- Prefiero las mujeres. —dijo ella sonriente.

- Yo no sé, aún sigo disfrutando de una buena pija. —dije y nos reímos a la vez.

- Eso es lo único bueno que tiene Mateo. Por lo demás es un imbécil que no sabe lo que quiere hacer con su vida.

Me quedé en silencio. Tenía razón, pero me duele tanto que me haya engañado. Encima con la vieja esa.

- Ay, lo siento por recordártelo. De todas formas sos mucho para él beba.

- Es difícil olvidar todo lo que ha pasado. Pero bueno, esta noche quiero pasármelo bien.

- ¿Qué planes tenés?

- Voy a salir con el chófer del uber que me trajo acá. —le dije soltando una risita.

- Qué rápida sos, así me gusta.

- Es que si me quedo encerrada acá no haré nada más que llorar.

- No, porque yo no permitiría que hicieras eso. —dijo con una sonrisa maliciosa.

Ahora que lo pienso Nicole es muy linda y las probabilidades de que vuelva a comerle la concha son mucho más elevadas de lo que pensaba.

- Bueno, ¿Y cómo te vas a vestir para esta noche?

- Vamos a su casa, así que no me voy a arreglar tanto.

- ¿A su casa? Con que lleves forros y te pongas algo lindo debajo sobra. —dijo ella y nos reímos a la vez.

- Supongo que sí.

- Seguro que sí, pero primero déjame arreglarte ese maquillaje. Estás horrorosa.

Nicole se levantó y se fue a su cuarto volviendo con un maletín en sus manos.

Al abrirlo vi que estaba lleno de productos de maquillaje. Sacó unos pañuelos humedos y me limpió la cara con cuidado.

Al terminar su mirada bajó a mis labios y no dude un segundo en atacar los suyos.













3/3 ❤

Ahora sí, nos vemos el sábado coño.

𝐏𝐚𝐥𝐨𝐦𝐚 𝐈𝐈𝐈; 𝐓𝐑𝐔𝐄𝐍𝐎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora