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TaeHyung abrió sus ojos, lentamente, el sol que se filtraba por la ventana chocaba con su rostro lo que hizo que frunciera el ceño, noto los alrededores, tomó un tiempo que viera todo con claridad, parpadeó intentando saber que estaba pasando, se sentía raro. Un piquetazo en su brazo sintió y volteo a verlo, vio como una aguja estaba clavada en él, mientras atrás se podía ver que había suero inyectandose en él. Suspiro, se estaba empezando a asustar, las preguntas que tenía bombardearon su cabeza, la cual dolía.

— Taehyunie, ¿cómo te sientes? — se escuchó la voz de una amable señora acercarse a la camilla, Tae la miro confundido.

—¿qué me paso? ¿que esta pasando? — pregunto con un hilo tembloroso de voz.

— volviste a tener un ataque, pequeño. — Tae agachó la cabeza apretando fuertemente sus manos.

— no pude evitarlo, lo siento mucho. — La linda enfermera se acercó y lo abrazo, dándole palmadas reconfortantes a Kim.

— no te disculpas, Kim. No es algo que pueda evitarse. ¿Haz tomado tus pastillas? ¿Haz ido al médico? — El castaño se sintió avergonzado al escucharla cuestionarlo, negó lentamente mientras la enfermera Jung se alejaba del abrazo.

—¿por qué? sabes que tu vida puede estar en riesgo si no te tomas las cosas en serio, ¿tu madre sabe lo que estas haciendo? — pregunto esta vez con un tono mas fuerte, enojada quizá, pero siempre intentando mantener la calma.

TaeHyung se intento sentar a lo que no pudo y solo gimió de dolor, la señora Jung negó mientras le decía "Necesitas descansar." Tae asintió, antes de volver a decir otra palabra, escucharon un escándalo afuera, la enfermera volteo sus ojos con furia y salió.

Kim posó su mirada en la ventana, podía ver la zona verde de la zona, pájaros e incluso a otros alumnos, era realmente lindo. Desde que Kim tuvo un ataque de epilepsia, la institución se encargo de tener el medicamento necesario, los sueros, las camillas, para prevenir cualquier otro accidente de este tipo. Trago duro intentando recordar lo que sucedió, por su mente paso un fugaz recuerdo de JungKook observándolo, mientras jugaba y estaba sudoroso, Kim sonrió sonrojado, él era un hombre muy precioso. Se puso en blanco cuando se dio cuenta ¿y si él me vio en este estado? tembló al pensar en todas las personas que lo habrán visto. El castaño no quería que nadie, (además de sus amigos claro) supiera de su condición médica. A Kim TaeHyung lo diagnosticaron epilepsia a sus nueve añitos, para luego tres años después recibir tratamiento porque empezaba a tener episodios de ansiedad y ataques de pánico. Tae no estaba bien, quizá intentaba mantenerse cuerdo al comportarse de una manera muy egocéntrica y egoísta, intentaba olvidar sus condiciones, que en algún momento podía darle un ataque, ya sea de ansiedad, de epilepsia o de pánico. En su mente hizo un caparazón, por la cual decidió no mostrar sentimientos porque sabía que alguna vez alguien lo rompería y lo haría sentir tan mal que quizá se muera por sus enfermedades. Estaba hundido en sus pensamientos que no sintió cuando una mano tocó su mejilla.

—¿TaeHyung? — habló aquella voz que anhelaba escuchar desde sus mas adentros, desgraciadamente Tae no pudo luchar contra los sentimientos que estaba teniendo por Jeon JungKook, el caparazón se rompió, JungKook lo rompió. Subió su mirada para ver al azabache con una expresión preocupada.

—¿Por qué estas tan preocupado, bonito? tranquilizate, estoy bien. — Dijo TaeHyung con una sonrisa en su pálido rostro y su típica personalidad de coqueto, pero el castaño sólo quería que Jeon no estuviera preocupado por él.

— Ya no actúes, por favor. — Tae dejo de sonreír y miro hacia el suelo. JungKook puso una mano en su mentón para levantarle la mirada triste. — ¿que es lo que pasa? ¿por qué actúas así? ¿por qué te fuerzas a no mostrarte? ¿por qué no te conozco?— lo último hizo que Tae sintiera un puñetazo en su pecho, dolió mucho.

— yo... en serio, lo siento Jeon. No estoy preparado para toda esta mierda al final, sólo quiero escapar de lo que soy, de lo que tengo, de lo que me pasará en algún futuro. Por eso me escudo en esa actitud de mierda que ves, que ven todos, prefiero que me odien, me tengan envidia, me desprecien a que me tengan lástima. — escupió todo de golpe, sintiendo como una carga se elevaba de sus hombros.

— ¿puedes hablarme de todo eso? con calma pequeño, yo no me iré a ninguna parte. — dijo Jungkook con un tono bajo, para que TaeHyung se sintiese cómodo, lo que no sabía el azabache que el castaño se sentía cómodo tan solo con tenerlo ahí, sólo su presencia lo hacía sentir bien. Kim suspiró nuevamente y asintió, era difícil, nunca hablaba de lo que sentía, por ende dejó de ir al psiquiatra y al psicólogo, ya no quería seguir amargandose al contar cada sentimiento negativo que tenía.

— s-si, kookie. — murmuró en un sonrojo, Jeon sonrió y se acercó a su rostro. — Jungkook, acabó de vomitar, no me beses. — dijo Tae intentando alejarse de los labios de Jungkook. El último mencionado, tomó el rostro de TaeHyung con su firme mano y le importo poco si el castaño estaba vomitado o no, le plantó un suave beso en sus labios, para luego TaeHyung corresponderle.

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JUNGKOOK TE CHUPO EL PEN*E. |KOOKTAE.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora