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JiMin curaba las heridas de YoonGi mientras este solo se dispuso a quejarse en voz baja cada vez que el más bajo pasaba un algodón con alcohol en su ceja partida. Park se limitaba a negar con cierto aburrimiento, rodando los ojos, mostrando su clara incomodidad. Min miraba como el de piernas gruesas se posicionaba delante de él para seguir con su labor de sanar la zona afectada por la escoba de NaYeon.

Ambos estaban encerrados en la habitación de TaeHyung. YoonGi insistía en querer hablar así que no tuvo otro remedio más que pedirle al castaño de piel canela que le prestase su habitación para poder "dialogar" con su ex. Chasqueo la lengua, alejándose de el mayor para poder traer un par de curitas, al encontrarlo en la mesa de noche, se acerco abriendo la envoltura con el ceño fruncido.

— Minnie... — Hablo ya cansado de aquel silencio incomodo. El nombrado mordió su labio colocando la curita sin emitir algún ruido que pudiese arruinar la colocación. — Mi-Min.. Auch. — Gimió al sentir el dedo brusco de JiMin encima de su curita ya puesta, se alejo metiendo en una bolsa todo lo que uso mientras intentaba no observar al de tez pálida.

— Y bien, ¿me vas a decir qué es lo que quieres? — Dejo las cosas en la mesa y se cruzo de brazos esperando una respuesta del de cabellos menta. Min trago saliva levantándose de la cama con cierta intimidación que le causaba la nueva personalidad de su ex pareja.

— Tú sabes lo que quiero, Minnie. — Expreso acercándose con paso lento al cuerpo ajeno. No pudo evitar sentirse nervioso ante la presencia de YoonGi, él era un hombre muy dominante y posesivo y aunque fuese una red flag andante, él adoraba cada parte de Min. — Quiero volver a enamorarte. —

JiMin permaneció en silencio, intentando formular palabras pero su mente estaba en blanco, su corazón era el único que sobresalía en ese momento, no sentía sus piernas y estaba demasiado tenso. Por inercia retrocedió un paso al ver al ajeno acercarse. Volteo su rostro desviando su mirada de YoonGi, mordiendo los adentros de su labio con fuerza, casi sintiendo lo metálico de la sangre.

— Sé que hice muchas cosas mal, no me excusare por las cagadas que hice. Pensé y solo llegue a la conclusión que era un niño mimado que no se preocupaba por los sentimientos de los demás, debí ponerte por encima de todo pero estaba tan aterrado ante la idea del amor que estaba creciendo en mi por ti, de lo que provocabas en mí. — Seguía acercándose mientras daba leves palmas en su pecho, su expresión era de arrepentimiento y de un eterno dolor. — Fui un cobarde, tenia miedo de... — Detuvo sus pasos observando el suelo esta vez, tragando fuerte pensando en sus próximas palabras.

— ¿Amar a un hombre? — Por fin decidió hablar dándole un golpe bajo pero cierto al mayor, quien solo se limito a negar con lentitud. — ¿No? Ah, ya sé entonces, tenías miedo de amar a Park JiMin, ya me quedo claro. — Se harto del ambiente y dio media vuelta para empezar a caminar hasta la puerta hasta que sintió una mano rodear su muñeca con delicadeza, pero jalando el cuerpo contrario hacía el de él. 

— Tenia miedo de lo que pensarán los demás, fui muy estúpido pero quiero que sepas que lo reconozco y hoy estoy dispuesto a perderlo todo por ti. — La mano libre del pálido se acerco ágilmente a la cintura ajena, acercándola a su cuerpo. 

Ambos optaron por verse a los ojos un largo momento, era su espacio, el espacio de ambos amantes. La mirada de JiMin era la de una presa total, pero una presa rencorosa, con dolor en su alma y con cólera en esta. En cambio, la vista de YoonGi era de un cazador herido. Park sintió como sus avellanas se mojaban debido a las lágrimas que se aproximaban. Le dolía tanto no poder decidir, no poder hablar, no poder pensar en él o darle el beneficio de la duda a su tonto e infantil corazón. Solo podía sentir el tacto de Min, que era algo que siempre amo, sus enormes manos blancas y delgadas, rodearlo y acariciar su piel como si fuese una escultura de un frágil material, un movimiento en falso y se podía quebrar en mil pedazos. 

No se dieron cuenta cuando ambas caras estaban demasiado cercas, sintiendo el aliento de cada uno, rozando narices y sus corazones bombardear de manera brusca sus pechos. Hasta que la puerta se abrió de manera repentina sacando del trance a la pareja. Ambos voltearon aun confundidos al ver aquella imagen.

Jin en el suelo siendo aplastado por TaeHyung, Irene y Joy. Estaban en una montaña con un vaso cada uno.

— Jeje... Yy, ¿Cómo se conocieron? — Hablo Irene intentando apaciguar el ambiente. Los ex se separaron, JiMin paso bruscamente el dorso de su mano por sus ojos retirando cualquier exceso de lágrima que se encontrase ahí.

— Irene, esa historia ya nos la conto ochenta mil veces, cállate. — Soltó Jin sintiendo el aire carecer en sus pulmones.

— Cállate tú, ¿qué traes kima? ¿no te dio NamJoon? desde la mañana estas bien sangrón. — Se defendió la azabache. 

Joy se limito a rodar los ojos levantándose junto con Irene y TaeHyung. El último nombrado observo que aun la mano de YoonGi permanecía en la cintura de su mejor amigo. 

— Mochi, no me digas que.... ¿Qué le diremos a YeonJun? — Pregunto el castaño confundido.

— ¿YeonJun? — Repitió la hermana de JiMin, alzando la ceja.

— Si Joy, ya sabes, el que conoció a JiMin en la playa. —

— Mmm, no caigo, ¿qué más? — Dijo colocando una de sus manos en su mentón pensativa, intentando acordarse.

— El que estaba con Mimi en el carro el otro día.  — Se carcajeo al recordarlo. — Que cuando nos acercamos al auto, él se estaba acomodando el cierre del pantalón porque ya sabes jejeje — Le dio un codazo de manera cómplice. Por un momento se habían olvidado que JiMin y YoonGi estaban presentes. Joy seguía con su ceño fruncido pensando hasta que su foco le alumbro.

—¡Ahhh! ¿El que se cogió a mi hermano cuando no llevaban ni una semana de conocerse? y que te hablo por teléfono en pleno empuje a sus frijoles. —

— Oh si, exactamente. — Alzo una ceja mientras reían los cuatro con maldad. Hasta que JiMin carraspeo su garganta sacando de la zona de confort a sus amigos y hermana. 

— ¿Pueden callarse? Bola de chismosos, les falta sexo, en serio. — Dijo enojado acercándose a sus amigos para sacarlos del cuarto, cerro la puerta con seguro y se volteo dejando salir un suspiro. — Oye, perdón por lo que escuchaste yo... —

— No me interesa si estuviste con alguien más, JiMin, es tu vida y yo no puedo hacer nada, lo único que puedo hacer es esforzarme para que vuelvas a tener ojos solo para mi. — Hablo un poco apagado, si le dolió pero no podía reclamarle después de todo el daño que le había hecho.

— Ash, deja que cuente, yo si quiero saber. — Ambos se asustaron al escuchar aquella voz en la esquina de la habitación, observaron que por la ventana estaba NaYeon con una escalera mientras comía palomitas de cine. — Ay, perdona, yo no estoy aquí. Sigan. Luces, cámara, acción. — Se metió un puñado de palomitas de maíz en la boca esperando a que aquellos siguieran charlando como si nada, pero no esperaba que Jennie llegará con una escoba pegándole en los pies a Im, haciendo que perdiese equilibrio y cayera de golpe.

— Chismosa, deja que hablen en paz, luego te cuento. Fuchi — Dijo Jennie mientras miraba como NaYeon se levantaba sobándose una nalga, asintió con tristeza y abandono la residencia Kim.




𝒄𝒐𝒓𝒕𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒍𝒆𝒔 𝒕𝒓𝒂𝒊𝒈𝒐 𝒖𝒏 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒐, 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒍𝒆𝒔 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒆 𝒚 𝒂𝒄𝒆𝒑𝒕𝒆𝒏 𝒍𝒂𝒔 𝒅𝒊𝒔𝒄𝒖𝒍𝒑𝒂𝒔 𝒅 𝒚𝒐𝒐𝒏𝒈𝒆𝒊


𝒑𝒆𝒓𝒅𝒐́𝒏 𝒑𝒐𝒓 𝒂𝒖𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒕𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒕𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐, 𝒂𝒖𝒏 𝒏𝒐 𝒉𝒆 l𝒐𝒈𝒓𝒂𝒅𝒐 𝒔𝒂𝒍𝒊𝒓 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒃𝒍𝒐𝒒𝒖𝒆𝒐 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒍 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒎𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒔𝒇𝒐𝒓𝒛𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒐 𝒆𝒏 𝒕𝒓𝒂𝒆𝒓𝒍𝒆𝒔 𝒂𝒍𝒈𝒐 𝒅𝒆 𝒄𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅. 


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JUNGKOOK TE CHUPO EL PEN*E. |KOOKTAE.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora