Kösem Mihrişah Sultan ||•Sultan Ahmed•||

Prologo 2.0

Saoirse comenzó a ojear el cuaderno, deteniéndose en un dibujo de quien parecía ser la sultana Hasret, el eterno amor prohibido del príncipe Selim.

Era una mujer sin duda alguna hermosa, su dibujo le recordó de inmediato a la joven de la cafetería, podía decir que eran muy parecidas.

Leyó entonces uno de los poemas escritos ahí, parecía ser mas una confesion que otra cosa.

"Oh, mi Hasret, la mas bella sultana, día a día estas a mi lado, puedo ver tu rostro, sentir tu respiración y oír tu dulce voz.

Pero sé que no puedo gritar este amor que siento, no tengo valor para mirarte y decirte cuanto te amo.

He disfrutado cada una de tus risas y alegrías, he sentido tus tristezas y llantos, he estado cada dia de mi vida pensando en ti, pero cómo hago para compartir este amor que siento por ti.

Cómo puedo decírtelo, si tus ojos sólo me ven como su amigo, como decírtelo, si tu corazón ya ama a otro y a mí sólo me ve como un amigo nada más, como el hermano de quien es tu esposo.

Mi destino será quedarme sin tu amor, solo aquí sufriendo en silencio, gritando a las estrellas todo este amor que siento por ti.

Selim"

Sonrió al leer las lineas, sin duda alguna el príncipe parecía haber amado realmente a esa mujer, la sultana debió haber sido muy afortunada al tener a dos hombres que la amaban con locura.

Pasó las paginas, leyendo cada confesion en ellas, observando cada dibujo y cada uno de los escritos, no habia nada mas en ese cuaderno que dedicatorias de amor, un amor que parecia nunca haber podido concluir, pues ni siquiera habia podido surgir.

— Saoirse, vuelve a casa. — su padre gritó.

La joven corrió hasta su casa, donde sus abuelos, tios y primos ya la esperaban con un enorme pastel de cumpleaños.

— Felicidades rojita. — sonrió Moira, dándole un abrazo.

Ella era su hermana mayor, ambas eran muy cercanas, compartían casi los mismos gustos y se adoraban completamente, aunque sus edades no eran muy similares, pues Moira tenia 18 años y estudiaba la universidad, mientras que Saoirse recién cumplía 15 años.

— ¿Has visto la nueva serie no? — preguntó, pues Moira, al igual que ella, era muy fan de la historia del imperio otomano. — Es sobre la sultana Kösem.

— Lo imaginaba. — se rió.

— Están disponibles un par de capitulos ya, podemos verlos mas tarde. — ella rió.

— A veces tienes muy buenas ideas. — se burló.

La pequeña celebración y cena de cumpleaños terminó un par de horas después, haciendo que ambas jovenes se reunieran en la sala, dispuestas a ver la serie.

Estaban tan sumergidas en la trama, que ni siquiera notaron cuando el reloj dio exactamente las 3:30 de la mañana, dando por finalizado el ultimo capitulo disponible.

— No puedo esperar para ver mas. — susurró Moira.

— Dios, yo tampoco, me gustaría poder estar ahi mismo. — Saoirse sonrió.

— Sin duda seria increíble. — ella rió. — ¿Que es esto?

Preguntó, tomando el pequeño cuaderno que su madre le había regalado.

— Oh, mamá me lo regaló de cumpleaños. — el sonrió.

— ¿Son las famosas cartas del principe Selim? — ella las ojeó. — Por dios, son tan lindas.

— Y tienen dedicatoria. — Saoirse sonrió. — Son para la sultana Hasret.

— Es increíble. — Moira estaba maravillada. — ¿De donde las sacó?

— Dice que las encontró en una tienda de reliquias. — ella se encogió de hombros.

Saoirse siguió hojeando el cuaderno, hasta que una de las hojas cortó su dedo, haciendo que una gota de sangre cayera sobre la extraña empastadura del diario, haciéndolo brillar de una forma extraña.

Eileen de pronto sintió que algo no estaba bien, pues su garganta comenzó a secarse, mientras su cabeza comenzaba a dar vueltas.

— ¿Eileen? — Moira la miró, comenzando a sentirse de la misma manera.

De pronto, ambas jovenes cayeron, totalmente inconscientes.

Fecha: 29 de enero de 1618

Saoirse despertó completamente confundida, aun se encontraba en la playa, pero no observaba su casa por ningun lado y las personas alrededor de ella la observaban con total desconfianza.

Se observó entonces, estaba empapada y un hombre se encontraba junto a ella, mirandola fijamente.

— ¿Como estas? — preguntó.

La mirada de la joven se tornó confusa, su ropa era extraña, al menos no era algo que se viera todos los días.

— ¿Quien eres? — ella devolvió la pregunta.

— Normalmente se dice gracias por salvarme. — el la miró con una sonrisa divertida.

— ¿Salvarme? — Saoirse hizo una mueca.

— Estabas ahogandote. — explicó. — ¿De donde venias extraña?

— Yo... — Saoirse de pronto no supo que decir, quedándose completamente callada.

— Así que ahora no hablas. — se burló. — ¿Eres una espía acaso? ¿una española?

— ¿Espía? — la confusión llenó sus ojos.  — No entiendo de que habla, ¿que día es hoy?

— 29 de enero de 1609. — el la miró, la joven poco a poco comenzó a palidecer. — Hey, ¿estas bien? ¿Estabas en un barco o algo así?

— No recuerdo. — ella negó, no quería inventar algo que después pudiese olvidar, prefería mantenerse en que no recordaba nada. — No recuerdo como llegué aquí.

— Tranquila, debes estar confundida. — el la miró con duda.

De pronto la lucidez regresó a Saoirse, ¿donde estaba Moira? Ambas estaban juntas cuando lo que sea que había pasado sucediera.

— ¿No habia otra chica? — preguntó al extraño. — Su nombre es Moira, ella tiene el cabello rubio y es mas alta que yo, estabamos juntas.

— No habia nadie mas, solo tu. — el la miró, mientras ella se levantaba, comenzando a buscar a su hermana entre los rostros desconocidos que estaban a su alrededor.

— Vamos, voy a llevarte con Enzo. — sonrió el joven. — El es el encargado del pueblo, veamos si puede hacer algo por ti.

— Gracias... — ella lo miró con agradecimiento, siguiéndolo.

Debía descubrir que habia pasado, necesitaba saber como habia llegado ahí y sobretodo, debía saber donde estaba su hermana, tenia mucho por descubrir aun.

¡Gracias por leer!❤