Solsticio de Invierno (Caitlyn x Vi)

Capítulo 1: Compromiso

Caitlyn observó al hombre arrodillado frente a ella. Tomó aire y el tiempo pareció detenerse mientras él continuaba hablando, pero su mente estaba en otro lado. No podía oír una palabra de la romántica declaración que estaba sucediendo. Era como si no estuviera allí. 

Si bien aquello estaba tomando apenas minutos, el reloj parecía haberse ralentizado al punto que cientos de cosas corrían por su cabeza. No, no cosas. Recuerdos.

Un atisbo rosado. Una risa. Un par de ojos celestes en la mañana. Un aroma.

"Vi"

El eco de aquel nombre revolvió su interior una vez más. Fijó sus ojos en aquel hombre, arrodillado frente a ella sosteniendo una pequeña caja roja. Mientras continuaba balbuceando, la abrió, relevando un elegante anillo con piedras violáceas.

"Cupcake"

Su propio apodo resonó con aquella voz acompañada de una risa estridente. La imagen de una traviesa sonrisa surcó sus pensamientos.

Caitlyn respiró profundo y contó hasta diez internamente. A veces le era difícil no perderse en el pasado. Pero intentó con todas sus fuerzas permanecer en el presente. Su mirada se clavó en la joya, y se preguntó cómo algo tan pequeño podía albergar tanto valor y marcar su destino de esa forma. Miró a su novio a los ojos e intentó sonreírle. Finalmente, asintió, y comenzó a reír.

Si bien no estaba increíblemente feliz, aquello de alguna forma la contentaba. Pain, su ahora prometido, era un buen hombre. No había sido más que perfecto con ella. La había consolado, acompañado y hecho reír durante seis meses. De hecho era el primero que había podido sacarle una sonrisa desde aquel fatídico día en el que Vi abandonó Piltover, dos años atrás.

El joven se levantó e inmediatamente la tomó en sus brazos. Caitlyn aceptó el cálido abrazo y se lo devolvió, intentando no suspirar. No estaba enteramente segura de estar haciendo lo correcto, pero, ¿qué se supone que debía hacer? Su relación iba bien, ella lo quería y estaba cómoda. "Lo quiero" pensó "claro que lo quiero". Porque Caitlyn lo quería. Le tenía un cariño que no tenía con ninguna otra persona. En aquellos meses, Pain, había incluso ocupado el lugar de Ninnie como su mejor amigo. Y eso era, su mejor amigo. "No hay nada de malo con desposar a mi mejor amigo" se alentó.

Caitlyn lo miró sonriendo, y él le devolvió la sonrisa. Acto seguido, abrió de par en par la puerta de la oficina.

— ¡Dijo que sí! — exclamó.

La estación de policías rompió en festejos y aplausos, y Caitlyn caminó hacia afuera algo confundida.

— Todos estaban esperando a ver tu respuesta. Estaba tan nervioso que no pude evitar contárselo a medio mundo — le susurró en confidencia su novio.

Caitlyn soltó una risa tímida. Pain tomó su mano y se acercaron al grupo de gente deseoso por felicitarlos.

Entre abrazos y palabras alentadoras, Caitlyn comenzó a sentirse abrumada. Se limitaba simplemente a sonreír y agradecer a cada vigilante. Pero un fuerte abrazo la sacó del molde en el que se escondía, y comenzó a sentir como sus ojos se aguaban.

— Felicidades, Sheriff — le dijo Tiberius.

Se alejó un poco y le sonrió. Se miraron unos segundos, y Caitlyn supo que el hombre entendía la maraña de sentimientos en su interior. El había presenciado de primera mano el vacío que Vi había dejado en ella. Tiberius apretó su mano una vez y le sonrió nuevamente.